Platoon se sirve del testimonio de un joven voluntario de las fuerzas estado unidenses destinadas a combatir en el Vietnam de la guerra fría para mostrarnos así de una forma más cercana la crudeza que la caracterizó junto con el grado de asfixia que podía llevar el desenvolverse en ella.

Si bien Oliver Stone logra en unas primeras secuencias recrear esto de una manera eficaz, además de tratar algunas de los temas constantes de su filmo grafía (como las drogas). No se contenta con ello y no duda en convertir la guerra en una metáfora de la triste realidad del día a día donde resulta fácil ignorar la falta de valores y los poco miramientos que tienen las personas a la hora de tomar decisiones. En cambio la cruda esencia de la vida no se muestra tan fácil de evitar en situaciones extremas. Y debido a ello los personajes se ven obligados a seguir un ideal propio para así poder escorar la sensación desorientadora, algo que funciona momentáneamente hasta llegar a su culmen y explotar en una de las secuencia en la que las tropas americanas arrasan un pueblo vietnamita en busca de las fuerzas Vietcong, convirtiéndose en una de las secuencias más crudas y el primer giro argumentativo donde se definen totalmente todos los personajes.

Pero a pesar de definirse como una película más bien sólida, la intensidad inicial se va evaporando poco a poco, para al final quitarse el maquillaje y convertirse en una película bélica entre tantas, carente de ingenio a la hora de abordar el tema de la guerra fría algo que intenta remediar con la presencia de mas escenas de acción que sin embargo no consiguen evitar que se constituya como una película sobre valorada y menor frente a clásicos como Apocalypse Now de Coppola o la eclipsada Full metal jacket de Kubrick.

Oblivion llega a las grandes pantallas como una película telón que dará paso a un desfile de películas de ciencia ficción como : After the earth, Star trek (en la oscuridad), Pacific rim, Elysium...

Tampoco es una película que difiera a las últimas películas protagonizadas por Tom Cruise. Películas sin fondo de cartón piedra que ni siquiera logran entretener.

Oblivion se presenta como una película de ciencia ficción postapocalíptico en el que apple ha logrado hacerse con el monopolio de cualquier bien existente y donde se intenta hacer una crítica malograda al conformismo que pocos verán ya que no se logra trasmitir nada más que sueño y aburrimiento. Película que avanza arrastrando sin ganas al espectador a traves de los recuerdos y dudas de Jack (un personaje burdamente presentado al igual que su historia) a un futuro tan avanzado como retrasado en el que la mujer se sigue quedando en casa mientras el hombre se va a "trabajar".

En conclusión oblivion es una película que ni siquiera merece unas palabras puesto que deja indiferente a todo aquel que se situe frente a ella.

Últimamente está siendo cada vez más común encontrar películas cargadas de dosis de realismo en el "genero" independiente. Generation Um... intenta aspirar ha convertirse en una de ellas, envuelta en el aura de negatividad y pesimismo que proyectan tanto los tres personajes protagonistas como su entorno. Intentando de esta forma encontrar de paso la belleza en lo viejo, roto, o deshecho de las cosas o de las personas .

De esta forma tras mostrar en diferentes actos impulsivos, reflexiones de estos, cuyo objetivo no es más que la búsqueda continua pero para nada fatigosa de encontrar algo que estimule o de sentido a sus vidas. Ejemplos de esto son momentos como en los que John ( Keanu Reeves) recibe inmutable su felicitación paterna de cumpleaños, o simplemente hace caso omiso a las "insinuaciones" de la atractiva camarera. Pero Mia (Adelaide Clemens) y Violet ( Bojana Novakovic) íntimas compañeras de piso no se quedan atrás, ya que la primera en una tímida secuencia mostrará su disconformidad con su aspecto físico y la segunda hará lo mismo con su vida sentimental, y sin dudar en ningún momento tratará de saciar su vacío con la droga, la bebida y el sexo. De esta forma no solo Mia y Violet serían unos personajes complementarios sino que junto a John serían los tres un todo en uno.El personaje desgraciado y disconforme por excelencia con todo su ser, puesto que John en primeras instancias se muestra reacio ante la crudeza de la vida y sobre todo ante sí mismo pues estima que su valor se encuentra nada más ni menos que en la nada, dejándose notar fácilmente tanto en sus diálogos como en su dejación.

Si bien tras unos pequeños veinte minutos de presentación John topa con la realidad y percepción actitud optimista tanto de un amigo como de la gente corriente en la calle, este decide robar una cámara de video a un grupo espontáneo de bailarines de country hula hooperos, para así experimentar la excitación que produce el violar las leyes autoimpuestas de lo que considera cada uno una conducta cívica, multiplicada esta por la atragantada huida que ha de iniciar, ya que los dueños de la cámara se percatan al instante del hurto. John saldrá indemne de lo que no solo es un vulgar hurto, si no de lo que en toda película corriente significaría el primer giro argumental, pero no Generation Um... debut en la dirección cinematográfica a la brava de Mark Mann se niega a dar ningún tipo de giro argumental. Pues parece que no sabe y se encuentra más cómodo revolcándose en el amargo interior de sus protagonistas. Aspirando patéticamente en convertirse en un cuadro profundo y deshecho como lo son los de Munch o Freud, topándose así con el cenit de la pretenciosidad pues el simple mero hecho de decidir llevar acabo una película en la que no se da lugar a que suceda nada o se intenten transmitir algo nada más lejos de la evidencia, es un hecho pretencioso y de falta de talento. Hecho en el que se deja entrar por la puerta grande al patetismo de los diálogos como todo aquello que se dedica a grabar John al azar y sin sentido alguno.

Tal vez si Mark Mann es Humilde con sigo mismo tras su craso debut y aparta la idea de construir sus propias ideas en un guión y se retira a la dirección, podamos disfrutar de futuras películas interesantes y de calidad, pero por el momento, tendremos que limitarnos a sufrir ralladuras en el estómago mientras visualicemos alguna "fascinante"
historia que se le ocurra plasmar conjuntamente en un guión propio y en la pantalla.

En esta película Estwood vuelve al género que lanzó su carrera (western) pero esta vez tanto delante como detrás de las cámaras; mostrándonos su gran sensibilidad, con este western atípico donde importan más la palabras que las balas.

Un western donde los malos son los buenos y los buenos son los malos , donde los personajes juegan con su pasado para hacer agradable su presente; momento en el que la percepción de sí mismos aflorará mostrándoles su verdadera naturaleza y lo equivocados que estaban con sigo mismos. Todo ello envuelto en un lenguaje visual correcto que busca y encuentra la belleza estética sin excederse y sin caer en la pretenciosidad. Estando la altura de un guión al cual no estaría de mas hacer una reverencia ya que perfila a todos sus personajes con una enorme aura de naturaleza humana y sin dejar ninguna duda sobre su personalidad.

Y para redondear más este film, se nos brindan unas interpretaciones sinceras por parte de todo el reparto, sin destacarse unos más que otros a nivel interpretativo.

En definitiva estamos ante una película con verdadero sabor a western, ya que cuenta con el toque de un chef del que no se podía esperar menos . Una vez más Eastwood nos sorprende con su crudo universo, lugar donde nunca escatiman las más profundas emociones humanas.

La brutalidad exagerada que dotó el marketing a esta película se desinfla irremediablemente a mitad de metraje. Descubriéndose una película de diálogos estratosféricamente impresinantes, acompañados de una electrizante banda sonora, algo muy propio del universo Tarantiniano.

Pero a pesar de sus múltiples puntos fuertes entre ellos su peculiar humor se autocondena como una obra menor dentro de la filmografia de Tarantino, ya que la trama solo sirve como pretexto para dar lugar a contadas escenas de acción; explotando superficialmente un yacimiento con mucho patrimonio por desenterrar.