¿La comedia y el drama son dos extremos del mismo continuo?

Ayer estuve viendo “la chispa de la vida” de Alex de la Iglesia, uno de mis directores españoles favoritos, y cuando acabó no estaba muy seguro de sí había visto un drama o una comedia. Tras consultarlo con la almohada he llegado a la conclusión de que la mejor definición de esta película es la de tragicomedia. Quizás la presencia de José Mota lleva a engaño y nos hace esperar una comedia, aunque quizás esta presencia es parte del juego del director, que creo que premeditadamente nos quiere llevar de la risa a la lágrima. En cualquier caso el actor, que no cómico en este caso, se esfuerzo mucho por meterse en el papel de este desempleado en crisis, aunque quizás los espectadores todavía no estamos preparados para este cambio de registro y vemos sketches donde no los hay. Por otro lado la historia también va girando desde la comedia al drama más profundo, o ¿hay algo más dramático que contemplar una persona en paro suplicando un puesto de trabajo sin conseguirlo, aunque haya llegado mojado y manchado de café a la entrevista porque le han empapado por accidente mientras esperaba su turno? Quizás los políticos y los profesionales del mundo de la TV que aparecen se comportan de una manera un tanto estrambótica y exagerada, y con ello nos provocan una cierta sonrisa, pero quizás lo dramático está en que a lo mejor son incluso más egoístas e interesados en la realidad. Si quedaba alguna duda de que esta película no es una comedia solo tenemos que fijarnos en el papel de Salma Hayek, que no hace ninguna concesión a la comedia y pone el contrapunto de realidad a todo lo cómico y exagerado que ocurre en el teatro romano de Cartagena.

Es cierto que la película contiene errores, imprecisiones y exageraciones, pero a mí me ha gustado, comparto el fondo de crítica social, opino que los actores principales defienden dignamente sus papeles y creo que la realización técnica es bastante buena, por eso te animo a que cuando tengas oportunidad pases un rato riendo o llorando viendo “La chispa de la vida”.

¿Es una película de terror? No ¿Es una comedia? No ¿Es una peli de acción? No. Es “Lobos de Arga”, una película que incorpora características de todos estos géneros y que en todo caso podríamos catalogar como comedia terrorífica. Son muchas las películas con las que puede compartir categoría: “EL jovencito Frankenstein”, “El baile de los vampiros”, “El ejercito de las tinieblas”, “Terroríficamente muertos”, “Un hombre lobo americano en Londres”, que tanto me sorprendió por esa combinación de terror y humor cuando la vi por primera vez, “Abierto hasta el amanecer”, “Reanimator”, incluso “Gremlins” podría ser clasificado en este subgénero, y como no “Abott y Costello contra los fantasmas” con la que tanto me reí cuando la vi en el cine de la fábrica de pequeño. Pero en el cine español el mejor y casi único ejemplo sería “El día de la bestia” de Alex de la Iglesia. Por lo tanto ya era hora que nuestro cine se atreva con este sub-género de la comedia de terror.

La película va creciendo poco a poco hasta conseguir algunos puntos memorables. Por eso es importante no tirar la toalla al principio y esperar. Los actores están muy bien, sobre todo Manuel Manquilla, en su papel de autoproclamado sacerdote y líder de la manada, y Luis Zahera como Guardia Civil, que se dispara un tiro en la cabeza para sorprender al enemigo. Esta es la primera película que he visto de Juan Martínez Moreno, pero me parece que tiene mucho futuro como director , sobre todo cuando consiga aún más presupuesto para sus producciones (en esta ya ha contado con 5 millones de euros).

Dicho todo esto, no puedo acabar sin decir que he echado de menos un poco más de respeto por el genero de terror. La mayoría de las películas que he citado rezuman un profundo respeto por el género y eso les permite parodiarlo de una manera muy respetuosa. Quizás en esta película falta ese ingrediente. En cualquier caso, si te gusta el cine de terror, pero en esta ocasión lo que quieres es pasar un rato divertido, esta película te va a gustar.

¿Qué harías si cuando te despiertas no recuerdas nada pero descubres que el asesino que aparece en los informativos eres tú? Una posible explicación de esta amnesia es que sufras un trastorno de identidad disociativo. Según el DSM IV, el manual de diagnostico de trastornos mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana, se caracteriza por la presencia de dos o más identidades en una única persona, además quién padece este trastorno no es capaz de recordar información personal importante. Cada personalidad se vive como una historia personal única e independiente, aunque pueden interactuar entre sí. La mayoría de las personas diagnosticas tienen un diagnóstico secundario de estrés postraumático o han sufrido abusos sexuales en la infancia. Este trastorno ha sido utilizado en muchas películas: “Las tres caras de Eva”, “Sybil”, “Psicosis”, aunque en este película Norman puede sufrir Esquizofrenia Paranoide más que este trastorno, “La ventana secreta”, “Vestida para matar”, “El club de la lucha”, “Sesion9” o “Identidad” en la que aparecen 16 personalidades distintas, etc. Pero, ¿y si la película que vi ayer, “La sombra de los otros” no trata de este trastorno, entonces de que trata? Pues eso, la película comienza diagnosticando así a su protagonista, pero rápidamente se convierte en otra cosa, y hasta ahí puedo leer. Quizás le hubiera ido mejor a la peli si se hubiera centrado en este tema, pero eso ya no lo sabremos. Lo que sí sé es que es si a alguna de tus personalidades le gusta el cine de terror pasará un buen rato viendo esta película. Lo malo es si a alguna otra de tus personalidades no le gusta y discuten por ello, y cuando te despiertes no recuerdas nada, pero alguien ha muerto y tú sabes que eres el asesino.

Pues una buena opción es ver "Point break". Viendo esta película puedes prácticar: wingsuit, salto base, snowboard, surf, escalada libre y motocross, etc. sin salir de tu salón. Y no solo eso, sino que en solo dos horas visitas el Salto del Ángel en Venezuela, la cueva vertical conocida como el sótano de las golondrinas en México, el estrecho desfiladero del crack en Suiza, el Mont Blanc en Italia, los paisajes áridos de Utah, y las enormes olas que se producen en Haway y Tahiti, entre otras localizaciones. Ya lo sé, ya sé que no es lo mismo verlo que vivirlo, pero como dice la canción de Serrat: "Y gracias, Pepe, por llevarme a bailar. Caña dulce, mamey colorao. Tú cabalgabas y yo iba a la grupa en las largas tardes junto a la estufa del viejo café. Con las alas de tus cartas, José, atravesé todos los cielos de América contigo, amigo." José viaja a los lomos de las cartas de su amigo Pepe y nosotros con las imagenes de esta película.

En resumen una película visualmente IM PRESIONANTE, aunque del resto no hay mucho más que contar, porque si quieres disfrutar de una buena película lo mejor es que vuelvas a ver "Le llaman Bodhi", la película de 1991 en la que está basado este remake.

Anoche, en nuestro cine de verano particular, vimos una entrañable comedia romántica inglesa “Una cuestión de tiempo” y en esta ocasión tanto los adultos como las adolescentes disfrutamos viendo esta película. La tesis de la película es que lo importante en esta vida es ser feliz y que para conseguirlo hay que fijarse solo en las pequeñas cosas positivas que suceden en nuestra vida cada día y pensar más en la felicidad de los demás que en la nuestra, salvo que lo que tengamos que hacer para conseguir la felicidad de otra persona afecte a un tercero en cuyo caso habrá que resignarse y no hacer nada. Estas tres leyes de la felicidad son la llave que permiten al protagonista dejar de ser un sapo y convertirse en una persona feliz, es decir en un príncipe azul cotidiano. No sé si el director conoce la psicología positiva, pero a mí en seguida se me ha venido a la cabeza esta teoría, que desde que ha sido formulada en un libro por el profesor Martín Seligman se ha convertido en una de las teorías más interesantes en la psicología reciente, y sus cinco principios para conseguir la felicidad y el bienestar: la emoción positiva, la entrega, el sentido, los logros y las relaciones.

La película está muy bien dirigida por Richard Curtis, que ya triunfó con “Love actually”, pero mejor interpretada, tanto por la pareja protagonista, como por los excepcionales actores secundarios que enriquecen la película: por ejemplo Bill Nighy en su papel de padre o Richard Cordery en el papel de tío. El guión es muy original, pero la banda sonora es excelente, si tienes ocasión no dudes en escucharla.

Aunque tengo que reconocer que para mí “Atrapado en el tiempo”, con Bill Murray y Andie MacDowell sigue siendo la mejor comedia romántica de todos los tiempos sobre viajes en el tiempo, esta película ha pasado también al Olimpo de mis películas favoritas. No sé se ha sido porque me interesa mucho la psicología positiva, porque me considero un optimista patológico, porque he disfrutado mucho con la banda sonora o porque me ha gustado mucho ver como una persona corriente se convierte en un príncipe azul, pero el caso es que he disfrutado mucho viendo esta comedia y te la recomiendo con la seguridad de que tu también la vas a disfrutar.

Si quieres leer sobre otras películas que he visto con mis prismáticos desde mi ventana indiscreta visita: estaesmiventanaindiscreta.wordpress.com