Aparte de ser manida, de rebuscar en los tópicos gays de siempre intentando conectar con un público muy concreto a base de hacer aspavientos, la película adolece de nada que pueda asirla. Un guión mínimo y que quiere ir de transcendente, que ni siquiera podemos tomar con humor. Produce sonrojo en su cutrez no solo material cuando hoy en día hay profesionales solventes que por poco dinero hacen maravillas, es la desfachatez de que ni la escasez de medios se vea compensada por frescura, talento, ganas de innovar. Una auténtica tomadura de pelo en la que el autor encima va pidiendo que se vote muy alto la peli (no demasiado para que no se note) y me encuentro conque es casi un clásico contemporáneo con un 7 al salir después de haberla visto. Y oye, sin comentarios. Éramos 6 personas, 4 se fueron. BAZOFIA. Si quieren una peli para reírse o sentir vergüenza ajena, vayan. UNA PENA PARA EL CINE GAY COMPROMETIDO QUE QUIERE ALGO MÁS QUE IR DE SOY GUAY, SOY DIRECTOR, VOY A FESTIVALES, ME SACO FOTOS Y TENGO INSTAGRAM.