Hacía mucho tiempo que una película no me dejaba tan conmovida.
Mas allá de comentar técnicamente, que desde mi punto de vista está dirigida exceletenmente y bastante bien acompañada por la banda sonora, lejos de eso,me gustaría que visionarais esta obra maestra y así apreciar, el mundo tal y como lo ve el protagonista. Es una de las formas más maravillosas de entenderlo.
Desde que empieza el film, hasta el final, la relación entre Leland y el resto de personajes te muestra la absurda dicotomía, que hace la gente entre el bien y el mal acerca de las situaciones cotidianas y de como todas las personas se mueren por dentro y ni lo saben. Leland tiene una manera peculiar de sentir la vida y jamás algún personaje en el cine me había transmitido tanta vida, apesar de lo que para muchos pueda parecer al contrario.
Este film puede recordarte bastante al gran Donie Darko, sobre todo por el lugar que ocupa en el mundo el protagonista, tan vital para todos aquellos que le rodean, esto se entenderá al instante una vez finalice el film. A veces las figuras que más se excluyen o te asustan son las más necesarias para el funcionamiento de esta absurda vida llena de actores vacíos y tristes.
Espero que empaticeis al máximo con Leland y recordar que aunque se diga que todo va bien siempre habrá hombres cansados mirando al sur........

Al igual que los demás usuarios, mi opinión sobre el film, se acerca bastante.Pero en este caso No haré una crítica desde el punto de vista del cine.Lejos de eso quiero expresar, mi satisfacción al visionar la película, ya que refleja un tipo de docente que realmente existe, y cree de verdad en la enseñanza libre y adaptada a cada una de las necesidades del alumno. Es más, esta película es un hecho real, sólo que en manos de R. LaGravenese ha sido doblemente azucarado y muy mal dirigido, desde la eleccción del reparto, donde actores de casi 30 años representan niños de 14 años , hasta la falta de diálogos más cargados de realismo,del cual no estaba muy alejado.
Es una película, que se puede apreciar en el ámbito de la educación, por la esencia que transmite y por contar ante todo, con que no es una utopía. Todos los niños pueden llegar más lejos de lo que su entorno les determina, sólo hace falta creer en ello. Como creyó Erin Gruwell.