Abrazar los manzanos por favor, que os lo pide un viejo actor gallego en su mejor papel asturiano. Un canto a la poca dignidad que nos queda a los humanos enfrentados al clima, al bosque, a los manzanos y a todo. Para ver esta película recorrí 300 quilómetros desde mi pequeña aldea en la Galicia montañesa hasta una gran ciudad costera, y no me arrepiento, puesto que esto y mucho más bien se lo merece esa poesía cinematográfica sobre la lucha hasta el final de los días, de los de uno mismo y de los de todos, que es Cenizas del Cielo. Humilde, tierna, bella, húmeda, musical, dolorosa, mágica, especial, republicana y soñadora. Para verla y correr a abrazar los manzanos, porque son muy mimosos.

Nota: Cuando salí del cine un inmenso botellón de cientos de adolescentes atentaba contra los pocos árboles y las últimas flores de un parque otoñal, por lo que simplemente quise llorar o volver a entrar el cine como último refugio de este absurdo y loco mundo.

Anxo

No lo dudes, si quieres pasar dos horas inolvidables entre encinas, alcornoques, lechuzas, ciervos, jabalís...., paga tu entrada y serás recompensado por la diosa naturaleza que un día muy, muy lejano posó un cofre de tesoros en este mundo y que por fortuna estan ahí para disfrute de todos y, tristemente, para su destrucción por muchos más.
Entrelobos es como si Felix Rodriguez de la Fuente entrará dentro de una sala de cine y empezara a proyectar sus sueños. Como si el Comandante Cousteau saliera de los fondos marinos y lo acompañase en su visión. Como si todas aquellas niñas y niños que crecimos con El Hombre y la Tierra, que nos hicimos amigos más de la tierra que de algunos seres humanos, pudieramos desaparecer en una sala de cine para comprender lo que ya sabíamos, que la naturelaza puede llegar a ser mucho más acogedora, protectora y sobre todo liberadora, que todos esos que nos quieren demostrar que el futuro pasa por su continua destrucción.
Para la "lobiña" MiMarta y el "lobiño" MeuBrais que una tarde de otoño me hicieron sentir un hombre lobo que vivia entre lobas e lobos.
Auhhhhhhh!
Mamasunción

Una verdadera joya poética sobre la resistencia del hombre a través de los árbores, del ser humano a través de si mismo, de sus vidas, pasiones y fracasos en el medio del desierto, en el medio de la vida, en el medio de la nada. Son árboles manejados por el viento en un desierto cualquiera, son seres que merecen toda la ternura posible, como los árboles que resisten la llegada del viento.
Nos cuenta una humilde historia en Mongolia pero relamente podría ser en cualquier lugar del mundo y en vez de ser arenas serían duros tramos de asfalto, de soledad, de desesperanza, donde alguien planta un árbol como simbolo de lucha, de batalla, de resistencia.
Para mi esta película es una ventana abierta a otros ritmos, a otros cantos, a otras miradas, a otros paisajes, pero al mismo tiempo es una película cercana y propia para alguien que vive en una pequeña aldea rodeada de montañas.
Esas imágenes de los tres protagonistas plantando árboles en el medio de la nada, esa imagen de la mujer caminando desnuda por el amanecer son verdaderos cuadros dibujados con las pinturas de la derrota comun, estupendas poesias escritas con la tinta de la dignidad.
Pues eso, seguid plantando árboles en vuestro propio desierto, como única batalla posible con un final plenamente mágico.

Anxo

Por favor, dejadme volar en paz para escapar de esta gris infancia, de este cuento triste que es la vida derrotada en el submundo que habita cerca de nosotros o en nosotros mismos y no queremos ver. Dejadme volar a través de los ojos de mi madre, del cansancio de mi padre, de la tristeza de mi hermana. Porque un día aprendí a volar y no quiero dejar de hacerlo, con mis alitas, con mis sueñitos. De cuando en vez os vendré a visitar pero, por favor, dejadme volar en paz.
Para el hada MiMarta.
Mamasunción