No hay novedades en la historia; es archiconocida, así que antes de empezar ya sabemos cómo va a comenzar y a terminar.
Es el desarrollo el que se me antoja diferente a otras películas por el estilo. Un buen abanico de personajes y de todas las posibles reacciones humanas ante la desesperanza, la crueldad y la inminencia del final.

Redford brilla porque ha hecho la película a su medida.La escena del baile entre él y Scott Thomas es sensacional. Un alto grado de tensión y sensualidad sin caer en los tópicos.
Con estilo, sí señor.
En paralelo una historia de amor y el amor que siente el director por los caballos.

.........el resto de personajes se van adaptando a la evolución de la enfermedad desde todos los puntos de vista: el sufrimiento, la indolencia, la costumbre, el amor , el compromiso e incluso la ignorancia.
Julie Christie está sensacional, bellísima con su larga melena gris.

Cinco protagonistas que no hacen sino demostrar que , sólo por el hecho de ser mujeres, pueden abstraerse a los conflictos del entorno y crear un submundo donde sólo ellas cuentan.
Es interesante la representación de arquetipos femeninos, idénticos a los de cualquier submundo femenino en Occidente. Las mismas frustraciones, los mismos deseos y los mismos temores.

Si hay algo que tuve claro al terminar la película es que todos, absolutamente todos los actores se lo han pasado bomba. Puede que los incondicionales de Meryl Streep sufran un ligero shock al verla en este papel; es muy probable que , en ciertos momentos, nos parezca que rozan el ridículo, pero creo que hay una lectura simple de la película: Había que trazar una historia que ilustrara la banda sonora, conseguir un fondo de pantalla de ensueño y lograr que los actores volvieran a las clase de interpretación más elemental, como las típicas representaciones de fin de curso que disfrutan los artistas y, en ocasiones, padece el público.