Si ya de por sí esta maravillosa película tiene un encanto especial, y es una nueva muestra de la química existente entre Tracy y Hepburn, supone el añadido de verles juntos por última vez antes del triste fallecimiento de Spencer Tracy pocas semanas después del rodaje. Estamos ante una deliciosa película de situación donde los valores humanos se sobreponen a los prejuicios raciales (especialmente brillante es el enfrentamiento entre el personaje de Sidney Poitier y su padre) y donde podremos disfrutar de la brillantez interpretativa de Tracy-Hepburn-Poitier.

Película perfecta para salír del hastío y la monotonía del día a día. Un engranaje perfecto de sentimientos, paisajes, rencores latentes, reconciliaciones, amor en su plenitud y un canto a la vida como sólo Hepburn y Fonda podían regalarnos en sus últimas y colosales interpretaciones. Ella está perfecta, como siempre, y te hace tener más motivos si cabe para considerarla la mejor Actirz de todos los tiempos, pues a pesar del parkinson que padecía, como puede comprobarse en esta película, y de su avanzada edad, su fuerza, vigor y poderío sigue brillando como ya lo hiciera en su debut en "Doble Sacrificio" o en papeles posteriores como en "La mujer del año", "María Estuardo" "La gran aventura de Silvia", etc., etc.. De él poco más se puede decir aparte del enorme talento y fuerza interpretativa que demuestra en cada fotograma de la cinta.

En definitiva, una película perfecta que te deja con una maravillosa sensación de bienestar y tranquilidad, que nadie debería perderse, con una fotografía maravillosa.

Después de mucho esperar, ayer la ví. Salí del cine con una sensación de tristeza por haber visto como el profesor de arqueología se ha transformado en un superhéroe al mas puro estilo de la factoría Marvel. Con independencia del vertiginoso ritmo de la cinta, creo que ha supuesto un paso atrás, ya que no se ha conservado ni la esencia ni la frescura de las 3 anteriores, el héroe que padecía, se arrastraba y sufría las heridas inflingidas durante sus aventuras, se ha deshumanizado; él y sus compañeros resultan prácticamente invulnerables a cualquier contingencia sin sufrir un solo rasguño.

Se ha confiado más en el tirón y el nombre del personaje y en las expectativas que en la elaboración de un guión creíble y estructurado, que finalmente, y no será por el tiempo que han tenido, ha devenido en una mezcla de Encuentros en la 3ª Fase, Superman y Las Minas del Rey Salomón. Las relaciones entre los personajes de Indy, Mutt y Marion, dan la sensación de estar muy forzadas, la química que existía entre el arqueólogo y su chica en El Arca Perdida, ha desaparecido por completo, los personajes del profesor Oxy y de Mac son un inútil intento de sustituir a los antiguos Salá y Marcus Brody, pues mientras que estos últimos eran una pieza importante del engranaje de las aventuras de Indy, aquellos son absolutamente prescindibles y no tienen profundidad alguna, sin dudar de la calidad interpretativa de John Hurt.

En definitiva, para este viaje no hacían falta tantas alforjas, creo que no se ha aprovechado el tiempo transcurrido y se ha elaborado una cinta innecesaria que a mi entender, empobrece la legendaria figura del profesor aventurero forjada en la trilogia precedente. En mi opinión estamos ante la peor película de las 4.

Estamos ante una película de obligado visionado para todos aquellos a los que nos gusta el buen cine, y para todos aquellos jóvenes que piensan que por una copa no pasa nada, aunque luego venga otra, y luego otra y así hasta adentrarnos en el triste mundo del alcoholismo que magistralmente interpretan Lemmon y Remick en una película bien didirgida y estructurada sobre un guión demoledor.

A mi entender, el desarrollo de la película se asimila a lo que es una noche de borrachera, en la que se comienza con una apariencia de alegría y buen rollo, que acaba con la inevitable resaca que te arruina el día siguiente. Pues bien, pienso que esta simple estructura extrapolada a la vida de sus protagonistas es la que nos ofrece esta película, donde los personajes principales pasean su falsa alegría y felicidad motivada por el alcohol, para desembocar irremediablemente en la perenne resaca que supone la vida del alcohólico cuya existencia se ve arruinada por su adicción, arrastrando tras ello a los que le rodean, situación que en una magistral interpretación nos enseñan los protagonistas, siendo especialmente significativa la desgarradora y desesperada búsqueda de alcohol que lleva a cabo Jack Lemmon en el invernadero así como la caída libre que que padece la protagonista, maravillosa Lee Remick, en el desarrollo de la cinta.

Con independencia de su altísimo valor cinematográfico, creo que además es una película que todos los padres deberían hacer ver a sus hijos. Imprescindible.

Pese a que se trata de un argumento varias veces visto (28 días/semanas después, la saga de los muertos vivientes, Resident Evil, etc.), esta cinta me ha causado una agradable sopresa por la originaliad de su rodaje, el escenario en el que se desarrolla y la excelente interpretación de Manuela Velasco, en ocasiones mostrando sensaciones sobrecogedoras. Un metraje con un ritmo muy rápido basado en un guión que, aunque no sea muy original, resulta frenético en su enfoque y que acierta plenamente con su objetivo, que no es otro que no darte opción al aburrimiento, conteniendo las típicas escenas no aptas para personas que se sobresalten con facilidad, aunque sin caer en la saturación.

En definitiva, con esta entrenida película Jaume Balagueró me confirma que es el principal exponente del mejor cine de terror de este país, algo ya apuntado en sus anteriores cintas de imprescindible visionado para cualquier aficionado a este género.