Para analizar esta película no hay que centrarse sólo en el argumento. Como bien citan en anteriores críticas, Shevernatze es una película independiente, tanto en estilo como en forma.
A simple vista puede parecer una marcianada, pero he visto películas que pretendían hacerme reír y lo han conseguido menos que ésta.
Una road movie en la que, resumiendo, un tipo decide batir el récord de conducir marcha atrás para salvar su amor, en su viaje se encuentra con personajes y en situaciones de lo más variopintas y surrealistas.
No voy a entrar en detalles del argumento, sólo recomiendo ver esta peli por que merece una oportunidad.
Estamos aburridos de un cine español clásico y que no nos sorprende, pues aquí tenemos una apuesta arriesgada que, lástima que así sea la industria, ha pasado un poco desapercibida entre tanto film comercial.
No es casualidad que a día de hoy se esté reestrenando (otra marcianada de distribución que no deberíais perderos si tenéis la oportunidad), haciendo tándem con Baratometrajes 2.0 (documental sobre el cine de bajo presupuesto en España).

En su web se puede comprar el DVD por menos de 5€ y próximamente podremos volverla a ver en algunas salas seleccionadas para este especial reestreno.

Este tipo de películas debería recibir más apoyo por parte de los que queremos ver un cine español diferente y de calidad, yo la recomiendo totalmente. Y si es con amigos, palomitas y unas cervezas, la fiesta está asegurada.

En una época de crisis en la que la necesidad de contar historias sigue estando presente, surge un nuevo modelo de creación de largometrajes: el bajo presupuesto. Estos largometrajes ya no son un género en sí, si no que poseen una característica de la que ya no va a depender la calidad final de la obra.
La necesidad de un sector de reinventarse tras sufrir una crisis casi perpetua desde hace ya años, ha dado lugar a nuevas formas de trabajo, o más bien de buscarse la vida para poder seguir trabajando: el crowdfunding como nuevo modelo de financiación, la sustitución del celuloide por cámaras incluso integradas en teléfonos móviles, la distribución en la red en plataformas de pay per view, y la promoción a través de las redes sociales.
Este documental es un ensayo de cómo el sector quiere renacer para poder salir a flote sin depender ya de tantos factores que muchas veces condenan a las producciones.
Una corriente que anima al espectador a lanzarse a la creación de historias.
Un discurso esperanzador que alienta un futuro a toda una nueva generación de cineastas.