Tenía prejuicios para ver esta cinta, no quería otra historia bonita que hiciera llorar. Sin embargo, he de decir que la historia puede ofrecer más que eso. Es, por supuesto, un relato que apela a la emotividad de cualquiera, por tanto se hace difícil separarla de la carga emotiva que genera. Pero podemos decir que es una historia bien construida, los hechos trascurren de manera fluida sin sentirse estancada, los personajes avanzan y tienen profundidad, conectan fácilmente con el espectador. La banda sonora colabora bastante bien a establecer el tono de la cinta. Igualmente, algunos momentos de humor ayudan a alivianar la atmósfera. Punto a favor la actuación principal y de algunos secundarios. Me hubiera gustado que hubieran profundizado más en el papel de la abuela y su relación con Meme, así como en la relación con la madre de Ova.
Creo que el final juega en contra de la historia. La verdad, desinfla un globo que venía inflando por dos horas con una coartada armada en cinco minutos que le quita magia al filme.
La verdad, la pasé bien viéndola.

Nunca me había acercado al cine ecuatoriano, y desearía haberlo hecho de una mejor manera. 'Mejor no hablar (de ciertas cosas)' planteaba una buena premisa: un par de hermanos drogadictos planean robar una valiosa porcelana de la casa de sus padres para sostener su adicción, pero al ser sorprendidos por sus padres, desatarán una pelea con consecuencias catastróficas. Pero la película nunca va de eso. La primera decepción me la llevé al ver que dicho accidente familiar, que vendría a ser la muerte del padre, ni siquiera queda esclarecido y no tiene mayores consecuencias para la trama: los protagonistas siguen por el camino por donde venían. El resto de la película es el mismo vaivén de ambos personajes para sostener su vicio y a la vez intentar realizar sus sueños (la música para uno y vivir con el amor de su vida para el otro). No hay acción, no hay expectativa, no hay conflicto; los personajes no se desarrollan.
Técnicamente, la edición de sonido es pésima: los diálogos no se entienden (problema común en el cine latinoamericano) y la música simplemente no funciona con las escenas. No hay una fotografía destacable. No hay un guion destacable. Es más, no hay una sola actuación destacable.
En suma, mejor no hablar de esta película porque no hay mucho bueno de qué hablar.