Es irónico que sea una película tan descuidada, porque, de rebote, acaba con un peculiar resultado de haber representado al señor Obama en el más sentido estricto de la palabra.

La primera mitad de la película es directa nadería y correctismo cinematografico. Desde los primeros minutos se nos presentan las cartas de por cual lado va a tirar el director: Timón izquierdista y típicas omisiones de hechos biográficos sobre el señor Obama que resultan demasiado incómodas para encajar con el eterno filtro glamour de hollywood. Al fin y al cabo es un biopic drasticamente estético, alejado de cualquier tipo de impacto o compromiso de honestidad con el espectador. La narrativa que el mismo Barry de verdad nos dejó hace ya más de un año.

Me ha sorprendido la baja puntuación popular de esta serie. Las 2 críticas con puntuación baja que hay ahora mismo también me hace asombrarme aún más. Quizás mucha gente ha visto demasiado Netflix comercial últimamente y ha perdido la sensibilidad y capacidad para apreciar buen cine.

Me cuesta pensar en una serie de acción tan bien hecha, con profundidad y con coherencia en el guión como Echo 3.
Me cuesta pensar porque sencillamente no creo que haya ninguna como esta.

Como dijo Mark Boal, Echo 3 más que una serie, es una película de diez horas.

Esta serie no sólo se trata de un secuestro, sino que va más allá y según pasan los capítulos el guión nos deja ver la psicología del ser humano, como pensarían y hasta que punto llegaría un hermano y un marido para rescatar su mujer.

Las escenas de acción son realmente espectaculares, y se nota que Apple le ha dado un cheque bien gordo a Boal para que hiciese una cinematografía de guerra lo más ajustada a la realidad.

Acabo de ver la Season Finale y pienso que una vez acabada la gente se replanteará la puntación y apreciará la calidad de este producto de entretenimiento, para mi queda como una de las mejores que he visto en los últimos años. Pero claro, para apreciarla hay que saber ver más allá de los disparos de bala y la aparente narrativa lineal. Una habilidad que quizás demasiada telebasura ha atrofiado en muchos televidentes.

Y es que habiendo tanto proyecto interesante no se como puede Kevin Macdonald haber desperdiciado un año en semejante estupidez adolescente barata.

Un resultado de película tan nefasto sólo puede explicarse debido a "lo peor de cada casa". Y esto consiste en lo siguiente:


1- Lo peor en un guión monotemático, previsible y aburrido. Probablemente marca de la casa británica.

2- Lo peor de unas actuaciones, diálogos y escenas tópicas, muy tópicas. Muy probablemente marca de la casa de la fábrica de pseudo dramas juveniles baratos: EEUU.

3 - Lo peor de una cinta juvenil, sin profundidad psicológica, ni libertad de movimiento, todo anclado a los parámetros y características generales de las peliculas de adolescentes PARA adolescentes (estos ultimos no deben tener muchas luces para que la formula funcione).


No hay mucho más que añadir, en los 3 errores fatales que he citado (lo peor es que en esta pelicula no son errores, sino las bases, lo que la hace todavía más insalvable) se puede resumir la autopsia de esta película innecesaria, prescindible y ofensivamente simple.

Escribo esta crítica aunque Luis Martinez de El Mundo la resumen casi a la perfección:
"Lo que bien podría haber sido una reflexión sobre la pobreza moral del mundo, pronto se transforma en un melodrama irritante"

Y efectivamente, yo he sido otro de los ingenuos que después de esos desgarradores 20 minutos ya esperaba la llegada de la Alemania Año Cero del siglo XXI:

"Increíble este señor Garth Davis, ya me está poniendo los pelos de punta y no he hemos ni empezado, este bebe de Las Tortugas también vuelan, pero a su estilo".

"Wow, y qué me dices de la frustrante escena de la pasividad de esas masas que no hacen el mínimo esfuerzo por ayudar al niño".

"VALE. Hasta aquí he llegado, tengo que dejar mi trabajo en el primer mundo y ayudar niños como esos, Garth Davis ha conseguido grabar con tal frialdad la escena del pasadizo que no tengo otra opción. ¡Dios! Realmente se viene la Alemania Año Cero de Rosellini! Por películas como estas el mundo tiene que dar gracias a que existe el cine"

Pero no, lo bueno no dura mucho, y lo descrito hasta ahora se convierte en ya un recuerdo demasiado bonito para ser verdad, sobre todo para ser verdad en una película nominada para los oscars; en una utopía cinematográfica que muere muy pronto, y cuando aparece por primera vez Nicole Kidman en pantalla ya nos podemos poner oficialmente el traje de luto y contar los minutos hasta que llegue el momento de la total falta de interés por un resto de trama tan ofensivamente típica, tópica y convencional que nos haga apagar la pantalla.

El mío llegó hacia la hora y poco de película. Menos mal que las cartas se revelan rápido y por lo menos te sales a tiempo para evitar la pérdida de dos horas completas de vida.

Le pongo un tres para no parecer muy extremo y por los primeros 20 minutos de metraje, porque en realidad el director se merece por esta película un uno, por ser un cómplice más del asesinato a lo que conocemos como cine (y malgastar esos fondos en una película que si podría habernos removido las tripas).

Soplo de aire muy fresco al decadente y repetitivo género del stand up, Bo Burnham se ríe de si mismo con una confianza y facilidad que cuesta pensar que tenga un historia (todavía) tan corta en el mundo del entretenimiento.

Son 60 minutos en los que su guión, cuidadosamente armado, huye de la comedia para encontrarse con más comedia. No quiere que nos riamos si no queremos reírnos. Una perspectiva valiente y que debe ser desenvuelta con delicadeza, es comprensible que no quede lugar para la improvisación.

Si Ricky Gervais o Louie C.K son los maestros del humor cínico de la sociedad, Bo Burnham es un habilidoso dentro del propio mundo del espectáculo, algo que se agradece y sienta fenomenal dentro de un género enfermo y destinado a renovarse, o morir.