El film desde que empieza hasta que acaba te tiene encanado de la risa, no puedes parar de reír, lloras de risa, el maestro Wilder convertido en cine francés. Jean Dujardin es un Jack Lemmon contemporáneo. Menos mal que Michel Hazanavicius y este hacen cine de verdad no rarezas mudas como The Artist, sin gracia, emoción, aburridas. Carne de premios. Es maravilloso como plantean la infidelidad, mucho más directamente que el abuelo de Allen, que no deja de dar rodeos. Si tienes 7 euros y quieres pasar una de las experiencias más maravillosas del año hazlo con este clásico. Es igual de buena o más que un film de Jaques Tati, con el aire canalla de la Nouvelle Vage. Es Renoir, Truffaut y Passolini juntos. Son los mejores directores franceses. La mejor de comedia del año.

Acabo de quedarme perplejo al ver esta cinta. Adam Weissman nos ofrece un relato preciosista y cuidado sobre intrigas e invasión extraterrestre que deja a uno enganchado a la pantalla para la televisión. Este film, aún mejor que el anterior del cineasta "pendiente de un hilo" contiene lo mejor de la sci-fi moderna y clásica. Al verla uno no deja de pensar en la obra cumbre de Ridley Scott (Alien) y en la de John Carpenter (La cosa) por supuesto adaptada a los tiempos que corren, un tiempo de incertidumbres y en el cual las élites simbólicas promueven conspiraciones ocultas por sus intereses. Esto aplicado a un concepto verosímil de extraterrestre que se camufla con el ADN es completamente original e innovador. El director coge el guión de Joshua Hale Fialkov, Mark Wheaton y lo convierte en un film de magnitudes asombrosas pese a su tratamiento de cinema verité. El texto bebe mucho del mejor Kubrick y de su odisea en el espacio sin la pretenciosidad de esta última haciendo gala de un ajustado pero bien empleado uso de los vfx y las cgi. Crea un mundo terrorífico, real, intrigante.
La historia se estructura de una manera sólida presentando a unos personajes completos, bien trabajados, muy definidos. Hasta los secundarios tienen una gran profundidad e influencia en la trama. Se nota que beben de Woody Allen y a su vez del genial director sueco Ingmar Bergman. Está todo al nivel del séptimo sello. Los diálogos son inteligentes, descriptivos y descubren a los personajes poco a poco.
Stanislavski estaría orgulloso de los intérpretes de este film, haciendo mención especial al papel de Neil Napier, y de Gil Bellows, al cual no veía desde la funesta Ally McBeall, me alegra saber que un actor puede encontrar buenos papeles si sabe tomar sus decisiones. El resto del reparto está genial y aportan intensidad y trasfondo a sus personajes.
Que decir de la banda sonora, recuerda a lo mejor de Zimmer antes de hacer producciones aburridas y efectistas como Origen. Los momentos de tensión están destacados y contiene una potencia dramática que fluye entre los espacios sin sonido y el inteligente cruce de miradas de los personajes. Nunca un film como Invasión Alienígena dio tanto pavor, tanto miedo y estremecimiento en una pantalla pequeña, recuerda también a lo mejor de la dimensión desconocida y expediente X, Frank Darabont debió hacer algo así con La Niebla.
Los efectos visuales son los justos y necesarios para explicarnos como estos seres planean su objetivo. Una gran crítica. Aprende Hollywood. Canadá está en la casa.
Un 10. De lo mejor que he visto en televisión