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Argentina Argentina · Buenos Aires
Críticas de AlphaCat83
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
8
24 de abril de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El encantador estafador y asesino serial que fascinó a generaciones amantes del cine y la literatura está de regreso. Tom Ripley, villano de aquellos y cínico manipulador, quien sabe volverse en frío verdugo de un momento a otro. El recorrido de este personaje en la gran pantalla es profuso, destacando "A Pleno Sol" (René Clement, 1960), protagonizada por Alain, "El Talento de Mr. Ripley" (Anthony Minghella, 1999) con Matt Damon y "El Amigo Americano" (Wim Wenders, 1977) con Bruno Ganz; sinónimos de un producto que despierta incesante interés. En esta ocasión, en formato seriado para Netflix, arriba a la pantalla doméstica de la mano de Steve Zaillian ("Una Acción Civil", "Todos los Hombres del Presidente"), capaz de aportar calidad cinematográfica e inteligencia a una puesta en escena que adquiere volumen de tratado de tenebrismo, según los principios de Caravaggio, en la disposición sobre el lienzo de la anatomía humana. De esta forma, el clásico novelado de Patricia Highsmith, editado en 1955, renueva la clásica intriga del culpable que se da a la fuga, no obstante los ojos del presente asuman dicha premisa bajo cierta noción pueril. En el mundo híper conectado de hoy, poco probable resulta pensar que el malvado por antonomasia se las arreglaría para burlar a propios y extraños. Sin embargo, los modos de pasar desapercibido en aquel entonces, camuflando su identidad, acaban validando una fórmula rendidora. Sabiamente, y siguiendo una página de manual hitchcockiana, Zaillian compromete al espectador con la objetable moral de su protagonista: un narcisista, reprimido y frustrado que vampiriza aquellas existencias que no puede emular. Rey del despiste, el amigo americano desata su alter ego de luces y sombras: el despiadado falsificador (en la piel de Andrew Scott) puede hacerse pasar por cualquier persona, volviéndose un auténtico incógnito en territorio italiano que recorre como la palma de su mano: desde Palermo a Venecia y Roma. Sin embargo, no es perfecto en su tarea criminal; sus emociones lo traicionan y no tarda en cometer errores. Dueña de una estética ambiciosa, evidentes en una exquisita fotografía en blanco y negro y en un cabal uso de música incidental de suspenso se confirman como pilares, la serie cuenta con intérpretes secundarios como Johnny Flynn y Dakota Fanning, sumándose a ellos una desaprovechada Margherita Buy y un pintoresco John Malkovich (quien, curiosamente, encarnó a Tom Ripley en "El Juego de Ripley", 2002, de Liliana Cavani).
AlphaCat83
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8
26 de abril de 2024
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La exitosa dupla conformada por Mariano Cohn y Gastón Duprat, creadores de series como "El Encargado" y "Nada", regresa al ruedo con la exquisita "Bellas Artes", contando con la colaboración en guion de Andrés Duprat. A primera vista, los frondosos vínculos entre artes visuales y cine, resultan una veta atractiva, la cual la dupla responsable conoce a la perfección, tal y como lo demuestran anteriores abordajes como "El Artista" (2008), "Mi Obra Maestra" (2018) y "Competencia Oficial" (2021). Centro absoluto del producto -que cuenta ya con una segunda temporada en camino-, el brillante Oscar Martínez encarna de modo hilarante a un personaje preso de sus principios y conflictos.

A lo largo de media docena de capítulos, nos inmiscuimos en el ajetreado día a día de este veterano gestor cultural, elegido -muy a su pesar- para dirigir el Museo Iberoamericano de Arte Moderno de Madrid (MIDAM). Ni bien asumido el cargo, debe de lidiar con un rosario de inconvenientes causados, en igual medida, por artistas, empleados y militantes. Trabajando bajo enorme stress, cada día representa sortear una consecución de infortunios de diversa índole. De ser necesario, empleará auténticas malas artes para salir del paso. Egocéntrico y tacaño, cumplirá deficientemente sus deberes de padre y abuelo. La exigua empatía que nos despierta este cínico y desagradable funcionario resulta directamente proporcional al adictivo disfrute al que somos invitados.

Con la participación especial de José Sacristán y Ángela Molina, este producto original de Star+ ofrece una ácida mirada respecto el arte moderno y la noción que tenemos de tal ¿Cualquier objeto califica como arte? En un museo, todo elemento desechable puede defender su propósito artístico. De igual manera, la incorrección política hará su aparición, pronunciándose respecto al lenguaje inclusivo, el compromiso social del artista, el fenómeno de la cancelación y movimientos activistas de dudoso asidero. Las miserias del circuito comercial son expuestas sin tapujos.

Entre lecciones de arte contemporáneo, el espíritu snob se pasea, a sus anchas, en galerías de exposición permanente: ¿cuál es el valor de mercado que posee una pieza de arte provocativa? 'Las cosas valen lo que la gente está dispuesta a pagar', afirma, con sobrada experiencia, Antonio Dumas. Porque el recorrido de la obra revela próximos sentidos a ser descubiertos, y la regla aplica tanto a cuadros que cambiaron la historia de la pintura como a extravagantes instalaciones que consideraríamos prescindibles fuera del hábitat que las alberga.

Filmada en centros culturales de El Escorial y Ávila, en donde fue recreada la vida interior del edificio, la destreza de la dupla de realizadores se deja ver mediante encuadres, angulaciones y tratamientos de plano sacan provecho de la belleza arquitectónica y sus dimensiones. Como guiño reservado a aquellos espectadores más atentos, la inventiva tras de cámaras se las ingenia para homenajear al fallecido hermano de Mariano (Alejandro), exhibiendo dos de sus cuadros en primer plano.
AlphaCat83
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La Habana de Fito
Documental
Cuba2023
--
Documental, Intervenciones de: Fito Páez
10
26 de abril de 2024
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Censurado y cancelado en el último Festival de Cine de La Habana, el documental "La Habana de Fito", de Juan Pin Vilar, arriba a las pantallas del BAFICI °25, habiendo sorteado el robo y la manipulación de un aparato policial cuyo nefasto accionar fuera objetado por la Asamblea de Cineastas Cubanos, congregada hacia fines del pasado año. Este imprescindible metraje parte de un proceso de recopilación de entrevistas con unos de los máximos referentes de nuestro rock nacional.

Como piedra fundacional, un encuentro con Fito Páez en tierra cubana deriva impensadamente hasta tomar forma de film casi una década después; tal vez, por el objeto de dejar testimonio a futuras generaciones. La voz del cantante nos guía hacia un lugar certero: aquel primer impacto de la cultura en su persona, trayendo a la memoria primigenias vivencias. Volamos directo a 1987, pocos meses después de la tragedia familiar que enlutara su existencia. Fito, roto por dentro y por fuera, sería devuelto a la vida en brazos de Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, quienes lo convocaron para tocar en el mítico Rock Baradero '87. Para la insurgente estrella, la izquierda se veía como un lugar apto y era hora de hacer lío. Corrían tiempos menos tolerantes y la estigmatización que sufría un músico de rock se asumía evidente, en boca de aquellos dispuestos a rasgarse las vestiduras. O se era homosexual, o drogadicto, o capitalista.

Cuba atravesaba, no obstante, una época particularmente fértil y explosiva en lo artístico. En dicho panorama se inserta Páez, a lo largo de interminables noches de jams y borracheras. No tardará en sentirse uno más dentro de la tribu. Wendy Guerra lo define con precisión: 'un deconstructor estético'. Icono de su tiempo, las letras del rosarino simbolizan ese necesario canto de libertad, y Pin Vilar sabe cómo captar tal esencia y sensibilidad. Por su parte, Luis Alberto García y Cecilia Roth aportan valiosos testimonios.

En la isla hace mucho calor, y Fito atribuye al clima la buena cuota de humor en cada habitante. Maravillado, se deleita con Los Van Van, 'stones caribeños' que le tendrán preparada una auténtica prueba de fuego. Su agudeza e inteligencia se manifiestan al momento de expresarse respecto a posturas político-ideológicas que refieren al régimen de Fidel, retrogrado en ciertos aspectos. A tales declaraciones se suman extractos registrados en Córdoba, durante 2022, intercalando imágenes de archivo con otras actuales de la pintoresca ciudad.

El film se nutre de numerosas presentaciones en vivo, destacándose las acontecidas en el Teatro Karl Marx. Fito, con La Habana a sus pies, canta sus canciones y también las de Charly, rememorando aquella revolución interior ocurrida en el Astengo; ese disparo hacia lo insólito. El compositor, primero en su estirpe y no cubano en tocar en la Plaza de la Revolución hacia 1992, establece una profunda relación artística y humana con la urbe, y es así como se compromete con los más jóvenes, animándolos a cuestionar todo aquello dado por sentado. Nobleza obliga, siempre habrá causas por las que cantar un mal empeorado con el paso de los años.

Tal vez, sea algo insondable en ese aire que respira y otro tanto que la memoria guarda en instantáneas de callecitas transitadas desde ayer hasta hoy. Porque Fito sabe cómo registrar Cuba con auténtico amor y detalle. Un lazo lo suficientemente indestructible con ese espacio añejo que lo cobija, hecho de materiales moldeados por el viento, testigos de besos ganados o amores perdidos para siempre.
AlphaCat83
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