Este ladrillo está totalmente desubicado. Sería un riesgo inminente para la construcción, pero tranquilos... hablamos de una ruina.

Si lo que pretende esta película es ser surrealista o con tintes humorísticos, no lo consigue.
Simplemente se desmorona sobre la ridiculez. Si lo que pretende es ser realista o un drama, cae en la pedantería e incredulidad. Pero si lo que pretende es ser un film de cine negro... bueno entonces sí que consigue convertirse en una comedia, pero de lo más absurda y lamentable. Y sin ningún tipo de gracia.

Esta película va de alternativa en plan rollo indie, pero se queda en residual y termina haciendo el indio. Los actores parecen sacados de la Revancha de los novatos, pero intentan comportarse como tipos duros con interpretaciones y escenas que parecen propias de La Hora Chanante. Escenas constantes de violencia que pretender ser impactantes, pero que de forma inmediata se vuelven anodinas.

De la música mejor no hablo.

Un híbrido defectuoso.

Pusher es una gran trilogía del cine de mafia. Concretamente la tercera parte me ha parecido la mejor, en gran medida por el gran trabajo de Zlatko Buric, que imprime en su personaje una inquietud e incertidumbre que me magnifican.

Por otra parte es una película cruda y realista, sin grandes artificios, sin petulantes giros de guión, sin anodinas narraciones de voz en off...

Me parece llamativo que tenga tan pocas votaciones un film con tanto potencial y que ni siquiera haya llegado al 7.0 de nota media todavía.

La mejor película del director junto con Drive

Gracias por nada Corbijin .

Depeche Mode es un 10, pero este documental tiene un enfoque que no aporta nada y está de más. Parece un contenido extra de un documental principal. Corbijin en vez de centrarse en la banda elige a varias personas que nos cuentan detalles de su vida personal propia y no de Depeche Mode y de la opinión que de ellos tienen como fans... Menuda forma de desaprovechar todo lo que un documental de Depeche Mode podría llegar a ser dedicándole épocas interesantes como Ultra o Devotional .

Las canciones del concierto de Spirits en Berlín casi todas las corta y no elige cortes representativos de DM buenos como las canciones del inicio de concierto y su introducción.
Francamente no entiendo como Depeche Mode permite hacer semejante mediocridad de documental y que es incluso para salas de cine. Una decepción para los fans que poco nos importa la visión de otros fans ya que eso ya lo vive uno en las giras y las colas o se lo imagina. Y una decepción como documental musical porque quien quiera aproximarse a DM sin ser seguidor se queda con una imagen parcelada que no representa a DM ni el formato amanerado tampoco ayuda, que más bien parece para seguidores de One Direction.
80 minutos de los que más de la mitad es escuchar historias personales que procuran emocionarte pero no lo consigue y el espectador se queda sin haber visto nada nuevo, revelador, ni interesante u original sobre lo que interesa que es la banda en sí y su universo

El rumano como elemento cómico da algo de fluidez a un documental en el que Corbijin se cree muy humano e innovador sin percatarse de que está haciendo hago tremendamente romo y vacuo.

Quizás la más ridícula película que jamás haya visto. Me enganchó la premisa inicial del film sobre viajes a universos paralelos,pero la película en sí en realidad no es más que una comedia absurda, en la que cada escena supera a la anterior en mediocridad.

Eso sí, la recomiendo para ver entre amiguetes de copas o para los que les guste estar todos fumados viendo algo único, extravagante, a modo de humor intrépido, que no hace gracia en sí, pero sin embargo, si el espectador adopta una óptica surrealista, la película puede llegar a convertirse en cine de culto a golpe de carcajadas, incredulidad, embriaguez desbordante y conmoción neuronal.

Terry, tú sí que sabes.

David Lynch recrea en este film un una historia lánguida y oscura en combinación con momentos de gran ternura e idealismo. Es trepidante, de gran impacto visual y no exenta de ligeros tintes de humor negro.
El famoso director de la extravagante serie de principios de los noventa, Twin Peaks y de otros títulos alabados por la crítica como Terciopelo Azul (1986), Carretera perdida (1996) o Muholland drive (2001) mantiene en Corazón Salvaje su fiel estilo, siempre acorde con una difusa, pero inteligente narrativa que inquieta al espectador. Todas sus películas tienen la peculiaridad de sumir al espectador en una atmósfera que va más allá del misterio y lo extraño, rozando en ocasiones con lo absurdo.

El sexo y la violencia, elementos muy socorridos por Lynch marcan la intensidad de las escenas de la obra. Otro de los temas principales del film es el amor pasional e incondicional de estos amantes, que se apoyan en todo momento con devoción. Se alientan el uno al otro y se contagian sus ilusiones, que en un primer momento pueden resultar irrisorias.

El ritmo transcurre de forma frenética y alocada, algo a lo que contribuye la pareja de enamorados que encarnan Nicolas Cage y Laura Dern, totalmente impulsivos y ajenos al uso de la razón y de la reflexión. Los personajes principales arrastran traumas de un pasado difícil. Sin embargo, tienen una concepción de la vida idealista e ingenua. Esto les lleva a lanzarse a la búsqueda desesperada de un sueño y hacer frente al fatalismo que les persigue. Ambos llevan una vida errante guiada por sus instintos primarios.

La magnífica interpretación de Willem Dafoe en su breve aparición es quizás lo más memorable (el momento de la violación psicológica). Tal vez el resto de actores peca de sobreactuación, aunque esto bien podría formar parte del tono cómico implícito en este drama.

Esta es la película más fácil de seguir para los que no están todavía familiarizados con el cine de Lynch. Y es que en esta ocasión, el argumento, aunque caótico, es mucho menos complejo que en otras obras. Además, el cineasta cae en la tentación de recurrir a sugerentes flashbacks para dar cierta coherencia.

La última parte de Corazón Salvaje es aún más disparatada y surrealista y forma parte de ese otro enfoque ya más próximo a la parodia. La extravagante cazadora de piel de serpiente da otro toque humorístico y contrasta con la apagada tonalidad de colores en el film. De alguna forma, representa ese espíritu soñador en medio de tanto fatalismo

“En todas mis películas la búsqueda del amor en el infierno es una constante”, nos recuerda David Lynch. No en vano opta por alternar el desasosiego, la humillación, la catástrofe… con la fantasía, el amor, el optimismo. Todo ello con una aglomeración de sucesos cargados de emotividad que apabullan al espectador.