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Tiene de documental lo mismo que yo de crítico. Los personajes que pretenden ser testimonios son actores de wallapop. Ingrid es la cara que pone el banco para venderte, la idea a de que su banco es muy moderno, que ellos no te roban de una manera convencional, que se lo han currado tanto que ya lo hacen hasta en formato audiovisual.

Un caballo de Troya, un chiquilicuatre en Eurovisión, una reforma laboral, un mitin. Estaríamos hablando de una defecación de dinosaurio de tal magno tamaño que en ella puedes leer el futuro.

Insultante que esté categorizado como documental. Por lo menos dura lo que me duro el café.

La misma sensación que te da apagar tu móvil, mirar y pensar tranquilo un rato, parar y estar.
Y es que simplemente pretende enseñarte lo que ya sabes, la vida y ya está. Ni una sola pretensión y gracias a la sensatez de no utilizar subrayados ni la necesidad de explotar cada trama que surge como si hubiera que hacerse bandera de nada, consigue que la sientas más natural que un vaso de agua. No contiene edulcorantes, es como comerse una manzana de un árbol.

A lo mejor cansa la faz de la protagonista, faltándola algo de carisma, pero en esa sosería radica lo que conocemos, no pidas una pegatina muy bonita en esta manzana, ni nada que reviente tu dopamina.

Y si encima los temas que toca te interesan, como no puede no interesarte la vida misma, pues te la disfrutas que da gusto.

Si esto es el primer "largo" de la directora únicamente se puede aplaudir hasta que vuelva al escenario para otro tema más.

Prima llamar la atención al espectador/a a través de imágenes y escenografía, dejando en el congelador cualquier profundidad y desarrollo mínimamente interesante. Huele a instagram y contemporaneidad rezumante de 1996. Sexo, drogas y una trama que no importa ni a la protagonista.

Música; cacofonía de semana santa que pone la guinda al coctel de modernidad rancia. Enaltecimiento de la ranciedad que ahora pasa por ser contracultural.

Si te pilla más cerca de los 20 que de los 30 puede ser que hasta la comentes dentro de 10 años, viviendo ya fuera de la m-30 y recordando lo modernos que erais cuando gastabais todo vuestro "salario" en tu zulo y ropa de segunda mano que te daban tus padres para limpiar la bici.

Si tus intereses no son fotos movidas, ahórrate esto. (Sería demasiado poner algo en "spoiler", ya que es irrelevante lo que ocurre)