Pariente, la primera película del director santandereano Iván Gaona; reconocido sobre todo por sus cortometrajes, es un acierto en representar el gran regionalismo que siente. Cuenta la historia de un hombre llamado Willington que vive en Güepsa, Santander. Él quiere intentar rescatar el ambiente amoroso que tenía con Mariana, pero ella decide casarse con Rene, el primo de Willington. Alrededor de este drama, hay un supuesto grupo paramilitar en la región, aparecen muertos y al mismo tiempo también empiezan a presentarse denuncias de robos en la comunidad. Willington deberá lidiar con todo esto.

Este film me impresionó bastante en cuanto a su nivel técnico en general. La fotografía, la edición de audio, la captura de audio, la música y de cierto modo la dirección logran atraparte y maravillarte. Me ubiqué en Güepsa en el año 2005 y me entretuve con una película que se veía y sonaba bastante bien. El nivel narrativo es aceptable, la historia te atrae, te causa gracia, genera momentos de tensión y otros en donde los personajes ganan un valor importante, aunque creo que al final hay tantos elementos en juego que el hilo narrativo se desvía un poco, la idea central de la historia se nubla y terminamos preocupándonos por un asunto completamente distinto al que se planteó inicialmente. Esto no es un aspecto negativo que resalte, en mi opinión es una mínima falta de claridad en la resolución del guión y ya está.

Iván Gaona es un muy buen realizador, en los últimos años se ha encargado de dejar en alto el nombre de Santander en cuanto a la producción de cine con sus agradables cortometrajes. Esta vez creo que con Pariente logrará algo importante incluso fuera de Colombia, es un film que no tiene nada que envidiar a cualquier otra buena producción colombiana que haya salido recientemente. Visualmente tenía una idea clara, obtuvo una identidad y plasmó un estilo interesante que quiero seguir viendo de ahora en adelante en sus siguientes ideas. También es un buen escritor, pero siento que se preocupó más porque el film se viera admisible; lo cual logró sin ninguna duda, y descuidó un poco la historia. Igualmente lo admiro por todo lo que ha conseguido en un país en donde es complicado tener apoyo para la producción cinematográfica. Él se ha ganado la confianza para contar sus historias y eso tiene mucho mérito.

Los actores naturales hicieron un trabajo muy aceptable en general. Hay algunos que no me convencieron del todo, como Rene y el abuelito; en este instante no recuerdo su nombre. Willington tuvo sus buenos momentos, pero sin duda el mejor fue Heriberto; un personaje con agallas y personalidad que me transmitió todo lo que pretendía, sobre todo temor. Es el más sobrio y competente, escogerlo a él fue un gran acierto.

La fotografía de Juan Camilo Paredes es bonita y llamativa. Hay variedad de planos, la mayoría muy bien compuestos. El color que abunda es el frío destacando las escenas nocturnas las cuales son las más atractivas. La primera escena de la película es la mejor en mi opinión, el misterio que se genera es valioso e interesante.

No es difícil notar el buen nivel técnico que tiene el film. El aspecto que más me gustó fue la edición de audio. La conexión musical y sonora entre cada escena es concisa y satisfactoria, ayuda a la narración de la historia y también a transmitir sensaciones positivas mientras se vive la experiencia. Las canciones por Edson Velandia son muy agradables; junto a la banda sonora, aportan y acompañan de buena manera a los demás aspectos. Hay un detalle que nunca voy a olvidar, los pocos primeros planos al casete antes de reproducirse, mientras y luego; más allá de la buena idea fotográficamente hablando, creo que lo que resalta en este pequeño detalle y al mismo tiempo símbolo es el audio en ese momento. Era algo que quería recalcar.

Pariente es una buena película que me que me gustó y que quiero volver a ver. Termina siendo admirable cuando sabes que es el primer film de Gaona. Espero que mantenga el gran nivel técnico y plantee una mejor resolución para su próxima propuesta. “Heriberto, ¿usted ya sabe quién le robó la marrana? – Willington”.

Una película romántica como esta jamás me hubiera llamado la atención si no hubiera descubierto a Eugenia Suárez.

El Hilo Rojo cuenta la historia de Abril (Eugenia Suárez) y Manuel (Benjamín Vicuña), una azafata y un pasajero que inesperadamente se conocen en un vuelo de Argentina a España. Sienten un gusto mutuo pero un percance fortuito los separa sin ni siquiera darles la oportunidad de realmente conocerse. 7 años después por una gran coincidencia se vuelven a encontrar.

Tengo que admitir que este film es un cliché de principio a fin. Es predecible, convencional, sencillo, obvio, los personajes ya han sido construidos una y otra vez, incluso hay una que otra inconsistencia con el guión. Para resumir, nada es nuevo; pero en mi opinión es entretenido, logré conectarme con los personajes y sorpresivamente me sentí agradado con la historia. El final no es muy convincente y queda abierto, pero no me molestó del todo.

Me gustó como Daniela Goggi (directora y escritora) contó esta historia reciente de amor en base a una leyenda. La leyenda del hilo rojo me pareció interesante, puede sonar ambigua pero creo que no se trata de creer o no en ella sino de analizar cómo la realizadora logró introducir a estos personajes y llevarlos poco a poco a una dirección narrativa para representar en su historia la conocida leyenda. Creo que es un ejercicio admirable de escritura. Lo sé. Sé que se ha hecho millones de veces, pero por alguna razón me gusta reconocer que lo haya hecho en una película de drama romántico como esta.

En general las actuaciones están bien. Todos hacen un trabajo considerable, no es llamativo pero sí es natural y eso me convenció. Por supuesto hay una distinción notable de Eugenia Suárez y Benjamín Vicuña sobre los demás, pero eso era de esperarse; es bastante evidente. Teniendo los dos protagonistas el mismo nivel de importancia en la historia, siento que Suárez estuvo un poco por encima de Vicuña. Me conecté más con ella, siento que su personaje es más completo narrativamente, aunque al final los dos entregan una sólida actuación, detalle a resaltar teniendo en cuenta que la producción está rodeada de trivialidades.

Si te molesta lo poco original lo más probable es que no te guste este film, pero si buscas un drama romántico latino común, es una buena opción, es entretenido, el trasfondo de la historia es interesante y además tiene dos fuertes actuaciones. De un día para otro quiero ver todas las películas en las que trabaja Eugenia Suárez, ¿por qué será? “¿Por un beso en un avión? - Abril".