Si el público espera encontrarse con una película de miedo, se equivoca pues esta es otra más de esos films de "sobresalto". ¿Cuál es la diferencia? Es sencilla: el "sobresalto" es algo momentáneo, el miedo es algo que perdura, que permanece en nosotros infinitamente, algo que no olvidamos y que se hace presente en numerosas ocasiones. Se puede relacionar esta diferencia con la que existe, según Hitchcock, entre sorpresa y "suspense". Él dice que sorpresa es cuando vemos la imagen de dos personas hablando en un café y, de pronto, se produce una explosión, en cambio, si vemos a esas dos personas y la cámara nos muestra que debajo de la mesa hay una bomba, lo que se produce es "suspense" porque él público sabe algo que los dos personajes desconocen y está esperando expectante para ver qué sucede.
Bien, últimamente he visto El orfanato, REC y Saint Ange y todas son películas de "sobresalto" (ruidos de puertas chirriantes, vidrios que se rompen, objetos que se caen repentinamente, música y sonido que suben de volumen hasta ensordecernos, etc. etc. etc.
Señores, estos no son más que recursos baratos que nos sorprenden momentaneamente, que nos hacen sobresaltar por un instante y ¡nada más!
Estimados adolescentes que creen que el cine empezó cuando ustedes se sentaron por primera vez en una butaca, pregúntenles a sus mayores si alguna vez no han sentido miedo en la ducha o cuando han tenido que parar en un motel desconocido en una ruta perdida o si no los ha asustado una vieja con cara de loca que vive sola con su hermana lisiada (que nunca sale a la calle, por supuesto).
Es seguro que las respuestas que escucharán les darán miedo.

En este año 2008 que recién comienza pensé que iba a encontrame con nada peor que Fur: Retrato de una obsesión, pero no es así porque para eso Carlos K. Gadas, digo Reygadas, hizo esta película.
¡Dios Santo! (miren lo que me hace decir este hombre, a mí que no soy religiosa). En una semana tuve la suerte de ver "Luz silenciosa", "Retrato de una obsesión" y esta bazofia de "Batalla en el cielo".
¿Esto es arte? Pero si una película porno tiene más arte que esta pésima película con pésimos actores y con escenas ridículas.
Recuerdo que en la facultad el profesor de Teoría y Crítica habló de Estética, explicó los conceptos de belleza, fealdad, grotesco y ridículo. Este film entra dentro de esta última categoría sobre todo si tenemos en cuenta la definición de "ridículo" que nos presenta la RAE:

1. adj. Que por su rareza o extravagancia mueve o puede mover a risa.

2. adj. Escaso, corto, de poca estimación.

3. adj. Extraño, irregular y de poco aprecio y consideración.

en ridículo.

1. loc. adv. Expuesto a la burla o al menosprecio de las gentes, sea o no con razón justificada.

¡Cómo les gusta a los europeos premiar este tipo de porquerías! ¡Que poco conocen a los países de América Latina! Tan poco los conocen que ayer leí en Film Affínity una crítica de una persona de España que decía que México está en ¡Sudamérica! Entonces no me extraña que en Europa les den premios a estos bodrios.

Si algunas personas leyeran un poco más en lugar de hablar tanto (o escribir tanto), quizá hubiesen conocido esta historia a través de la novela escrita en 1846 por Próspero Mérimée, o tal vez por medio de la ópera de Bizet, quien se basó en su compatriota para componerla.
Por mi parte, lo que puedo yo decir es que esta película (la primera que recuerdo haber visto en mi vida) me enamoró del cine.

Si lo que pretendía Sacha Baron Cohen era hacer una crítica a la clase media estadounidense, se equivocó mucho en la forma de hacerla porque dudo de que la mayoría de su público capte el mensaje. Los seguidores de este tipo de películas van a reirse de los demás, a burlarse de sus equivocaciones, de sus desgracias o a regoderase con "costumbres" o prácticas a las que tachan de asquerosas o vulgares mientras se ríen de las mismas. Y no es que eso que nos muestra Cohen no sea vulgar, pero no entiendo por qué alguien paga una entrada y "pierde" su tiempo en ver algo que le "repugna". No son muy diferentes de aquellos que critican a quienes participan de los talkshows pero disfrutan viendo y hablando de los escándalos que se producen en los mismos.

Algún que otro chiste o ironía muy buenos (contra el nazismo, la "beneficencia" de los famosos o los prejuicios de la clase media o de los afroamericanos) no salvan a esta película. Esto no es cine, es televisión basura en pantalla ampliada.

Pero lo que más asco me dio no fue el film sino escuchar los comentarios que hacían los niños (tendrían 11 o 12 años) ante determinadas escenas y que sus padres ser rieran junto a ellos. Señores padres, después no se quejen o ataquen a los maestros diciendo que sus pibitos no son capaces de hacer o decir determinadas cosas porque son niños "bien criados".

Lo único diferente con respecto a otras películas del mismo género es que aquí la chica no es la idiota que todo lo complica sino todo lo contrario. ¡Qué falta de imaginación! Es una pena porque el comienzo promete, porque parece no ser como esos films que son pura exhibición de tripas, pero después se convierte en más de lo mismo solo que sin cuchillos, machetes o sierras, sino puro balazo limpio.
Yo pregunto: ¿Para qué se hace una remake sino se aporta nada nuevo? Además es una remake de una película que tiene 20 años, ¿qué quisieron actualizar?, ¿los modelos de automóviles?, ¿las armas de fuego? ¡Ridículo!