Como es posible dedicarle casi una hora a una ridícula historia de amor entre un vividor y la gran aventurera que fue Gertrude una mujer que ha sido alpinista, pues pasó 48 horas colgada de una cuerda sobre el vacío en los Alpes, por cierto uno de sus picos lleva su nombre, universitaria de Oxford, pues fue la segunda mujer en pasar por su Universidad, a pesar de que las mujeres no podían estar con los hombres ni tampoco intervenir en clase, espía se recorrió prácticamente todo el desierto de Oriente Medio informando de todo al Imperio británico de lo que sucedía y de las tribus que la formaban en los territorios más peligrosos que había en aquellos momentos, siendo tratada por igual como "hombre honorario" por los líderes tribales e informado de todo a su fiel y aliado Lawrence de Arabia, que no hubiera hecho los logros que hizo sin la valiosa información de su amiga. Todo ello apoyado por su padre, que dio a su hija una edución liberal y una madrastra que era escritora de cuentos infantiles que ayudó a inculcar en Gertrude la pasión por la lectura y los estudios. Churchill confiaba más en ella que en Lawrence de ahí que tuviera un cargo más importante que él, consejera política del rey Faisal y arqueóloga, pues fue la creadora del Museo de Bagdad. Todos estos y muchos más detalles se omiten tanto por el Herzog director como por el Herzog guionista para hacer una insípida historia de amor que a saber hasta que punto fue así, por el no menos insípido Franco Nero.

Pero lo peor es el personaje de Lawrence que podía dar mucho juego y nos encontramos a un personaje que no sabemos si está vivo o muerto, pues parece que Robert Pattinson todavía se cree que interpreta a un vampiro. Todos los grandes personajes con los que trató Gertrude están tratados de pasada sin profundizar en ellos. Incomprensible.

Podía haber sido una gran película tanto de aventuras como biográfica pero se ha quedado en una gran nada.

Astaire interpreta a un playboy que se dedica a estar de juerga con las mujeres y que no da un palo al agua, hasta que un día conoce a una joven misionera (Vera-Ellen) que pertenece al ejército de salvación, que le hará cambiar. Una historia casi similar y predecesora del argumento de la película musical "Ellos y Ellas" de 1955.
En esta película, semi desconocida, veremos unos de los mejores momentos de Astaire bailando en las nubes y sobre algunos monumentos de la Nueva York de primeros de siglo XX, y en otra escena, esta vez bailando junto a Vera-Ellen, mientras tienen Nueva York bajo sus pies.
A la pareja protagonista les acompaña un reparto habitual en los musicales como Alice Pearce, más conocida en el papel de, Gladys Kravitz, la vecina cotilla en la famosa serie "Embrujada" pero antes, ya había trabajado en los musicales de Hollywood, siempre desempeñando el rol de la amiga fea y divertida de la prota de turno,y cuyo papel que le dio la fama, fue en el famoso musical "Un día en Nueva York" bailando junto a Gene Kelly. Otro a resaltar es Keenan Wynn habitual en los musicales de Esther Williams.
En remumen, se trata de un musical menor, pero con escenas musicales interesanes, para los que somos fans de los musicales, y de la creatividad de Astaire, donde veremos a la pareja bailando sobre patines de hielo o jugando al tenis vestidos de época.

El director, Drake Doremus, nos muestra un futuro en donde el Sistema controla cada movimiento y pensamiento de las personas por medio de chips que tienen en la muñeca. Las personas trabajan para el sistema, pero no se relacionan entre ellas, viven aisladas, está prohibido socializar, y las casas son habitaciones-celdas como si estuvieran en un panal de abejas. Drake utiliza un fondo de colores fríos de azules a grises para mostrar el aislamiento, depresión, ansiedad y desesperación de los personajes.
Todo emoción o sentimiento está prohibido, las ciencias sustituyen por completo a las humanidades, todo actividad que refleje Humanidad está prohibida, de ahí las aficiones ocultas de nuestros personajes a Silas le gusta la Historia y a Nia la Filosofía y la poesía.
Es una película que nos muestra que por mucho que se quiera controlar a la Humanidad en la ignoracia del concepto de Humanidad y sin ningún trato humano, no se puede ocultar nuestra Naturaleza, y esta tarde o temprano se va manifestando poco a poco en cada una de las personas, pasando de ser un autómata a un Ser Humano, de ahí las fases de 1 a 4 que se muestra en la película. Ya completamente transformado en Humano el sistema te elimina porque ya no te puede controlar.

Se reconoce algunas cosas de mundo orwelliano en esta película y como diría Orwell, la palabra distopía en la neolengua se traduce como Agenda 2030.
Buena dirección y formidable el trabajo de fotografía de John Guleserian.

Una película de culto, si se da cuenta del mensaje que nos está transmitiendo.

Decía Billy Wilder: " Tengo diez mandamientos, los nuevo primeros no aburrirás", pues esta película mitad absurda y la otra mitad aburrida, con menos intriga que una película de Disney, comete dos fallos. El primer gran fallo de la película es que no tiene guion, es sólo una sucesión de escenas absurdas y sin sentido, hasta lo percibes en la actuación de los actores, que no saben muy bien que están interpretando, y la segunda la dirección, cuesta trabajo creer que haya sido dirigida por Anatole Litvak, el que fuera el director de obras maestra como Voces de muerte, la noche eterna o Anastasia, se despide del público con una pésima película. Con gran esfuerzo llegas al final de la película para olvidarla rápidamente.

Comedia suave y con glamour muy en la línea de las películas "Alta Sociedad" y "Mamá nos complica la vida". El padre de la novia (Fred Astaire) un ocioso adinerado que se dedica a viajar por el mundo, regresa a San Francisco para asistir a la boda de su hija (Debbie Reynolds), a la que no ve desde hace quince años, se hospedará en casa de su exmujer y su marido, alterando la vida de todos. No es una película musical ni alta comedia y con un metraje largo y algo lento, pero que cumple su propósito de entretener con un gran elenco.