Al verla, uno se pregunta...partiendo de la técnica ya conocida...¿cómo no se ha hecho esta película ya antes?. ¿Cómo es que nadie había pensado en esta historia?.
De dialogo a veces hilarante, y con golpes de humor efectivos, se deja ver y entretiene, salpicando el metraje de un surtido de sonrisas e incluso carcajadas.
La historia no es nueva, nos la han contado mil veces y otras tantas han de venir... la diferencia es el tono y el cómo.
Porque aunque todos seamos únicos y distintos...en el fondo todos nos parecemos...
Divertida.

Un sin sentido menos que poco creíble de principio a fin. A los quince minutos, aún albergas un giro de guión que mantenga a flote el argumento...pero no. Es lo que ocurre cuando se intenta hacer cine de cierta profundidad, y no se tienen las tablas suficientes. Una pena desaprovechar la interpretación de Isabelle Huppert en algo tan banal. Me sorprende leer críticas tan exageradamente buenas, en un intento frustrado de parecer eruditos adalides de una corriente intelectual...pero si detrás no hay cine...bochornoso.

Otra película que me sorprende comprobar la acumulación de críticas semipositivas que la avalan. Me pregunto cuáles son los verdaderos intereses (velados) para tal fin, cuando el filme no pasa de ser una aproximación biográfica de un personaje, carente de ritmo y acción, falto de interés narrativo y salvado in extremis por alguna secuencia interesante y alguna que otra interpretación un tanto digna.
Viendo el resultado final...el director, los actores y actrices...¿volverían a rodar de forma tan plana?.
Cine de antaño, del que te obligaban a ver en clase para sintetizar la vida de alguien más o menos relevante.
Quizás ese sea el problema...

Una buena película a la que te vas enganchando según van pasando los minutos.
Muy bien interpretada, con un guión solido y con ritmo.
Con inesperados giros.
Dejando que el peso de la película recaiga sobre los actores y actrices, sin caer en superfluos efectos especiales.
Una película para ver y dejarse ser vista.

Un buen ejemplo de que se puede hacer buen cine negro, sin enmarañar el guión.
Un buen ejemplo del cine que se cuece en el Norte de Europa, más allá de estilos tildados con apellidos y demás etiquetas, tan dados como somos por estos lares de colgarlas.
Un buen ejemplo de que con libertad, honestidad y trabajo...es difícil hacerlo mal.
Sin esconder el guión detrás de un numero infame de extras, decorados o post-produccion.
Hay una historia qué contar, los actores justos para ella, una localización adecuada y un rodaje que no se disfraza de con pretensiones artísticas creativas.
Buena película, con buen guión y buen ritmo.
Recomendada, sin duda.