La serie comienza con un asesinato de una adolescente y una policía que afirma que sera su último caso en esa ciudad, todo un clásico en las películas de domingo por la tarde. Pero hasta ahí llegan las similitudes.

The killing te va dando las pistas poco a poco, la investigación avanza lentamente y la serie pone mucha atención en dar la máxima información sobre todos los personajes de la trama, sobre sus pasados, sus intereses y sobre todo sus problemas.

No es una serie de acción policíaca, los avances en el caso se dan a pequeños pasitos que muchas veces no conducen a nada, consigue que te sientas tan perdido y frustrado como lo están sus protagonistas.

Los personajes están muy elaborados y muy bien interpretados, la dirección de la serie es exquisita y la ambientación sublime (aunque la estés viendo con un solazo entrando por la ventana te hará pensar más de una vez "maldita lluvia").

A falta de ver como termina y de si no se pierde mucho a divagar y dar tumbos en mitad de la serie, ahora mismo parece una serie de gran calidad y muy recomendable para pasar un rato intrigado y entretenido.

No es la nueva Twin Peaks, pero Rosie Larsen es casi tan misteriosa e inolvidable como lo fue Laura Palmer.

Desde la primera escena Firebreather deja claro que no es la típica película de Pixar, ni siquiera de sus humildes sucesoras, así que si vas con esa predisposición, como fui yo, te vas a llevar un chasco.

La película es para niños, en el sentido de que no le aportará nada a un adulto, no tiene moraleja o mensaje escondido, no, simplemente es una hora de dibujos animados al estilo Ben 10, con acción y batallas pero sin mensaje y sin bromas divertidas.

La animación esta bastante currada, los personajes, en especial los Kauri, están bastante conseguidos y parecen recién salidos de Final Fantasy. Las batallas y demás también tienen su puntito de acción que la hace bastante llevadera.

En definitiva, es una película que de niño hubiera disfrutado muchísimo ya que tiene acción y monstruos grandes, pero que como adulto no me dice nada.

Empezaré la critica diciendo que soy un gran admirador de Kevin Smith, por lo cual me ha dolido en el alma tener que darle una nota tan baja a este grandisimo director, pero es que la película es insufrible.

La historia es enrevesada y tal vez demasiado rápida, por lo que no llegas a conocer y comprender a los personajes, salvo a los fanáticos religiosos, ya que son eso, fanáticos.

A pesar de la cantidad de giros que tiene la película y cambios de enfoque se hace pesada y aburrida.

La labor de dirección es bastante buena, los planos están currados y resulta interesante visualmente y las actuaciones son bastante buenas, pero eso es todo lo bueno que se puede decir de esta película.

Lo mejor: La actuación de Michael Parks y Goodman.

Lo peor: La película en si.