Los que hemos jugado a juegos de rol a lo largo de nuestra vida (de los de dados y fichas) recordamos ese mundo de Shadowrun que mezclaba un futuro cyberpunk de nuestra sociedad con las razas más populares de D&D: elfos, orcos, enanos y humanos. No sé si "Bright" habrá tomado como idea el universo que creó ese juego de rol, pero está claro que se encuentran ciertas similitudes entre ambos. Una vez hecha esta reflexión introductoria voy a lo que me interesa: hablar sobre la nueva producción de Netflix cuya baza principal es tener a Will Smith como protagonista.
Como buena fan de los libros de fantasía épica y ciencia ficción cuando vi el trailer hace unos meses me llamó mucho la atención por la idea de ver reflejado un mundo de capa y espada en sintonía con el nuestro y por eso en cuanto la estrenaron ayer me puse con ella.
A medida que pasa el metraje te vas dando cuenta de que es un quiero y no puedo. Un quiero hacer una gran película con unos buenos actores y un toque fantástico pero acabo dejándolo de lado en pos de las escenas de acción y la repetición. Podría haberse creado una buena historia si se hubiera profundizado más en esos conflictos que nos dan a entender durante la intro o en pequeñas frases o momentos lo largo de las dos horas de duración de la película. Pero apenas nos dejan unos ramalazos de ellos, creados únicamente para que el espectador no se quede con cara de "me están tomando el pelo" o "esto no hay por dónde agarrarlo". La historia no puede ser más básica ni con un desarrollo más simple y previsible, así que los actores hacen lo que pueden con lo que el guión les han dado (que no es bueno ni a la altura de sus cualidades interpretativas).
Mi nota final es un cinco por el mero motivo de que son 117 minutos que se pasan rápidos, es amena y las escenas de acción y la fotografía personalmente me han parecido bastante interesantes. Pero creo que es lo único bueno de la película, si alguien la ve con grandes expectativas posiblemente se lleve un buen chasco.