Si uno de los puntazos de Moulin Rouge era ver a la gélida, fría y frígida Nicole Kidman desmelenándose y haciendo el tonto de forma no poco sorprendente, ver aquí a Meryl Streep sobreactuando exageradamente durante toda la puñetera película es vomitivo.

Pero si algo me ha sorprendido, aparte del bochorno que produce la Streep (tampoco se quedan cortas sus dos amigas), es lo alucinantemente mal que cantan todos para tratarse de un musical. Los productores debieron pensar "tenemos a Meryl Streep, tenemos a Pierce Brosnan, tenemos la música de ABBA, nos respalda el éxito del musical... ¿para qué coño queremos que canten bien? la gente irá igualmente a verla".

Mala, mala, mala, mala de verdad.

Uwe Boll debió pensar "si me odian, que me odien con (más) motivos" y por eso en esta película pone toda la carne en el asador desde el principio, tocando un tema tan sensible (el que más) como el 11-S.


Sorprendentemente buena para ser de Uwe, quizás es demasiado políticamente incorrecta pero está claro que Uwe hace suyo eso de "contra peor, mejor".

Se marca unos puntazos a costa de Bush, de Bin Laden, de gente gorda, de inválidos, de los judíos, de matar bebés, etc... que a mucha gente no le harán ni puñetera gracia pero, quitando algunos momentos cutres muy uwebollianos, a mí sí me la ha hecho, cameo de Uwe incluído.

Basada en una novela de culto, la película (de 1978) comienza explicando cómo es el origen de todo desde el punto de vista mitológico que tienen los conejos de la película: el Gran Frith, un ser creador de todo, del cielo y de la tierra, de las plantas y los animales, decide un día castigar al príncipe de los conejos por su arrogancia concediéndole al resto de animales, que hasta ahora habían vivido todos en armonía, el ansia depredadora que acaba con todos los conejos y gracias a la cual se explica que hoy sean tan ágiles y veloces y se escondan bajo tierra.

Tras este prólogo, que tiene un estilo de dibujo distinto al del resto de la película, viene la película en sí.
Una película de dibujos animados (animación tradicional de la buena, de la que ya no recordamos porque ya no se hace) que no cae en el infantilismo en ningún momento y que no escatima en cierto gore.

Debido a la historia en sí misma, a la actitud de los protagonistas que siempre están en constante tensión porque no les termina de ocurrir algo malo cuando ya les ocurre algo peor, y a algunas escenitas de una crueldad asombrosa, uno se pasa toda la película con una sensación de pesadumbre bastante incómoda.

Subyace también un mensaje ecológico que no se usa de forma gratuita para inculcar una conciencia de respeto por la naturaleza como podría pasar con otras películas. Está presente, si no eres demasiado lelo lo coges, pero no se hace hincapié ni te dan la tabarra con ese rollo tan de Greenpeace de otras películas infantiles pero claro, es que ésta no lo es.

Las múltiples virtudes de esta película en lo cinematográfico acompañan una carga religiosa tratada desde un punto de vista totalmente ateo pero, a pesar de lo que se está dicidiendo, bastante respetuoso.

La película de Fesser poco tiene que ver con Alexia González-Barros aunque ha tomado varias cosas de la vida de esta chica para adornar su historia que poco tiene que ver con la verdadera.

Escrita, dirigida e interpretada magistralmente. Cala hondo en quién la ve.
Conmovedora durante todo el metraje, demoledora también.

Me alegra que se hagan películas así, consecuentes con una forma de pensar que muchos tildan de irrespetuosa.

Aparte de lo visual, que le da un aire muy potente a la peli, y de algún que otro momentazo interesante, así en general es aburrida. Eso sí, la música es genial en algunos momentos y tanto el hombre como la niña son unos ACTORAZOS.

Al principio pensaba que las escenas entre ellos eran medio improvisadas porque me parecía imposible que la niña lo hiciera tan bien, tan natural, pero creo que no, que simplemente hay niños actores que actúan fatal de manera natural y otros que igualmente de una forma natural son unos actorazos.

Una película bien hecha, bonita, con buenos actores y buena música pero pincha. Al acabar de verla da la sensación de que falla por algún lado.