Excelente banda de sonido, con enorme sensibilidad para elegir la escena justa con la música justa. Una historia simple con un mensaje simple y profundo a la vez. No todo es lo que parece y muchas veces las familias arrastran malos entendidos que generan peleas donde debería haber en cambio amor y comprensión. Onda a cuento de hadas, pero en medio de tanta violencia y agresión, está bueno de vez en cuando volver a este tipo de películas. Si bien muchas partes son predecibles y ampliamente inverosímiles, estando dispuestos a aceptar esas licencias, la sigo recomendando ampliamente porque te conectará con ese niño interior tantas veces olvidado. Incluído el final, absolutamente inverosímil y predecible.

En los últimos 20' es absurdamente resuelta. El tipo está en la zona del salón, agarrándose de los taburetes y pasa del otro lado del mostrador, donde están la hija del científico fallecido y su propia hija. De repente no se sabe cómo, están del otro lado de nuevo. Luego, están colgando al vacío, en pleno plano inclinado y otra vez, no se sabe cómo, están otra vez en los taburetes. Finalmente, sin explicación lógica alguna, lograron bajar del piso 34 y atravesar la ciudad en ruinas, para llegar, la hija del fallecido, al estudio del mismo para terminar mirando tiernamente una foto de ella con su padre... What??? Nos vieron cara de estúpidos? Todo ello sin solución de continuidad?