Al estilo de las típicas películas de terror adolescente americana del tipo de matanza de Texas, la película se mueve entre un montón de lagunas argumentales, situaciones inverosímiles y acción angustiosa. Pero claro, así es como funcionan esta clase de films. Alex de la Iglesia lleva mucho tiempo haciendo películas y el caso es que nunca llega a hacer ninguna que te deje con buen sabor de boca salvo "la comunidad", anque en ese caso le salva la calidad en el elenco de actores. A 20 minutos de terminar el metraje se me cerraron los ojos y entré en sueño profundo, como si mi mente quisiera ayudarme a no seguir sufriendo con el visionado.

En cierto modo esta película parece transitar en unos años 70 un poco surrealistas. Es como una fantasía de la realidad. Sus personajes, caricaturescos y exagerados no llegan a ser creíbles aunque si en el mundo que se va creando conforme avanza el metraje. Sigo sin entender como puede haber gente tan espontánea, si esque de verdad existe. Su recaudación, poco más de la mitad de lo que costó, denota que no es más que un producto que juega a ser original con pinceladas de momentos enrevesados a veces casi sin sentido y bruscos. Habrá quien le guste, pero no ha sido mi caso.

Pues eso, que mucha violencia sin pies ni cabeza. Pero se ve que a Mario lo están empezando a encasillar y ha dejado de ser el personaje romántico que era antaño. Eso sí, el ritmo es muy fluido y te pone en tensión, pero esque no soporto la violencia esplicita sin venir a cuento y que vende tanto hoy en día. Pero bueno, hay mucha gente que se deleitará con este tipo de películas que a mí me faltó darle al botón de stop. Un 6,3 de puntuación me parece demencial.

En sí, el trasfondo del argumento es muy interesante. Aunque es poco creíble por momentos y situaciones que a veces no encajan. Aunque mantiene una narración que no te deja pausa. Acusa de no enlazar unas cosas con otras y no llegas a entender nada ni imaginando que ha podido ocurrir. Prácticamente al final la peli pierde fuelle y se queda uno pensando como si los guionistas les hubieran metido prisa para acabar la historia, quedando un poco soso y desangelado el desenlace.

Una película que se le nota en muchos momentos el típico humor asiático que aquí no nos hace tanta gracia pero tiene su punto y unas escenas con poco fundamento científico, como el de que un planeta se mueva con propulsores y ello no conlleve a que el fino manto de la tierra se hunda. Pero es ficción... Mucha ficción porque como ese ejemplo hay muchísimos incomprensible que, con tantas escenas de acción no te da tiempo a razonar