En el año 1997, un grupo compuesto por varios intelectuales de los Estados Unidos fundó la célebre productora The Asylum. Fueron calumniados y criticados sin piedad por varios delitos que sí habían cometido. Hoy, buscados todavía por varios críticos y bloggers siguen sacando adelante películas que imitan al Blockbuster del momento. Si tiene usted un estreno que plagiar quizá pueda contratarlos.

Chaaaan Chan chaaaaaaaaan....

The Poughkeepsie Tapes es un falso documental que de forma absolutamente creíble y con mucho ingenio nos va relatando las hazañas de un temible asesino en serie que lleva sembrando el pánico durante 10 largos años. Nuestro asesino se tomaba la molestia de grabar sus fechorías cámara en mano y la historia comienza gracias a que la policía ha encontrado el material de video en una casa abandonada. Es entonces, cuando se intercalan en la narración del documental y de forma totalmente coherente las escenas cámara en mano. Huyendo de lo gratuíto, la película está muy bien llevada y estructurada, añadiendo además varias tramas como un secuestro, o algunos soepechosos con los que la policía acabó dando, mientras que varios especialistas intentaban diseñar un perfil de este ser.

La película consigue salir airosa de la discutida estética de la cámara en mano, reservándose esos momentos para relatar algo importante que acompañe al documental que hay detrás. Guarda algunos momentos destacables que no convendría destripar, pero que confirman que estamos ante una propuesta sólida que por aquí ha pasado desapercibida. The Poughkeepsie tapes bien podría ser asemejada con películas muy de moda en la actualidad, aunque el enfoque es distinto. Tiene pues, su parte de "cámara en mano" con lo aterrador que puede ser -si se hace bien, claro está- el saber que el asesino es el que sostiene la cámara y una parte en la que se realizan diversas entrevistas y nos lo cuentan todo en plan "Crímenes sin resolver".

El responsable se esta interesante propuesta es John Erick Dowdle, al que su hermano Drew echa un cable con la historia. Este trabajo sería el aval para que dirigiese Quarantine, el remake de la Española Rec.

Yo propongo que en España se haga algo similar encontrando el material perdido de la fuga del Dioni a Brasil. Dios me oiga.

¿Hasta qué punto distinguen los fans al personaje de la persona? ¿Serían capaces de adorar la música de alguien que no tiene que ser una persona ejemplar? ¿Son capaces de ver conspiraciones en su contra y no manipulaciones para su propio beneficio? ¿Acaso una estrella del Pop que vende millones de discos no tiene a cientos de personas a su alrededor que dictan su comportamiento público? Esos asesores de imagen que hacen que tú, como buena groupie, ya te generes un concepto de una persona a la que nunca vas a conocer realmente.

Un fan de M. Jackson nunca tomará la distancia suficiente. El fan sólo está para imitar el comportamiento de otros fans de manera incondicional, sin el más mínimo uso de la razón, sintiéndose cómodo con la simple idea de pertenecer a algo. El sentimiento de pertenencia, el gregarismo y el lavado de cerebro al que el llamado fan ha sido sometido durante décadas son imposibles de contrarrestar con versiones oscuras de su mito. Es imposible tomar distancia. Por eso, tú como fan acérrimo, estarás cabreado con este documental e intentarás desmentir hechos. En el otro extremo, cualquier defensor de los niños o cualquier ser humano en general, echará a temblar.

El tiempo es así de relativo y caprichoso: 4 horas de documental se quedan escasas comparadas con el tiempo que esta gente se ha tirado a las puertas de un juzgado defendiendo a un presunto abusador, por el simple hecho de que en este caso era famoso. Detectaremos a estos incondicionales de MJ, reacios ni siquiera a contemplar el más mínimo desliz de la estrella, viendo sus críticas con unos y doses y teniendo muchos pulgares abajo en escritos como éste.

Leaving Neverland reabre un debate que parecía cerrado: el de los abusos de Jackson. Puedes creerte las historias de estos 2 hombres ya adultos que comentan sus escarceos con MJ y sus posteriores problemas en la madurez. Puedes no creerlo, reniega si así lo crees. Pero con este documental tengo la total certeza de cuánta estupidez en forma de fan descerebrado hay tras todo fenómeno de masas. Aquí se narran con bastante atino, imágenes de archivo y varias personas implicadas, no sólo ciertos hechos explícitos, sino cómo pudo quebrar a 2 familias la influencia de una excéntrica y caprichosa estrella de la música. Formal y narrativamente es un buen producto, hasta el punto de que va más allá de todo lo que se llama sensacionalismo y te cuenta historias de gente corriente con sus fortalezas y debilidades. Para alguien como yo - gracias a Dios - ajeno a estos temas, ha sido un buen aporte de hechos y vivencias, con algunos momentos escabrosos, que en mi selectiva ignorancia desconocía o no recordaba.

El mejor retrato social está en ver cómo la gente que se manifiesta para condenar abusos infantiles y violencia de género es la misma que tomó las calles para celebrar la inocencia de O.J Simpson y Michael Jackson. Dale una vuelta a esta idea mientras escuchas Exorcismo de Luixi Toledo.

El problema de Sáenz de Heredia es que no le da para más. Yo me imagino que el tío tenía en su cabeza una peli rompedora que encadenaba gags graciosos y la petaba en las salas de cine, no puede ser un tío malpensado o que haga esto a conciencia. Seguro que pensaba que miles-qué digo miles, millones- de espectadores se mearían de la risa mientras ven al Gurruchaga fracasar en sus investigaciones policiales.

Así que, Alvarito creía que tenía todo un arsenal de bromas y chistes:

Trajes del todo a 100
Alguna teta
Un perro que se tira pedos
Tropezones varios del protagonista
Una asistenta cotilla y vidente

Que como podemos comprender, no dan para muchas risas.

Y cuando uno se enfrenta a estas películas lo hace por curiosidad, por saber hasta qué límites sería capaz de llegar esta vez o si había sido capaz de pulir algún detalle. Así que, con éstas, yo me dije:

"Vamos a ver la peli del Gurruchaga con el Heredia. Sí, sí, esa que nadie conoce. Esa que fue un fracaso. L2...digo...R2 se llamaba. Pues esa. Ya que no la ha visto ni el tato la veo aunque sea por métodos ilegales. Alvarito me lo agradecerá"

Y el caso es que resulta mala, pero no sé si por compasión o porque realmente a pesar de ser una peli fallida, no da para más, no le pongo un 1. Le voy a dar un 4 porque sigue varios tópicos a pies juntillas para no parecer una peli vergonzosa. Qué sé yo.. en vez de un atraco a un banco, Alvarito te lo filma en un Bingo. El caso es que no te ríes. Luego también mete escenas en clubs de alterne y les da un toque gracioso metiendo a hombres en los lavabos de señoras...pero nada, que Alvarito no nos hace reír ni con tan elaborados recursos. Ni estrujándose la cabeza. Y la escena con Jesús Bonilla haciendo de suicida...que aún no la entiendo.

Pero bueno, que es mala pero no pa tanto. Y el Gurruchaga hasta canta. Nadie se acordará de ella, seguro. Ni siquiera yo mismo. Sirva esta crítica para recordarme que vi esta peli. Que vi a un perro tirándose pedos. Que vi a R2. Que vi una peli de alvarito. Que sirva para que echando una mirada al pasado, esboce una sonrisilla cómplice, hacia el cine de Alvarito, un tío que sigue a piñón fijo creyendo en cosas como ésta.

Desde la perspectiva que uno adquiere al haberse visto toda la saga Hellraiser, tras 30 años de entregas con diferentes argumentos, presupuestos, responsables y targets, puedo decir que "Judgment" ha supuesto una gran sorpresa.

Veníamos de Hellraiser: Revelantions, que fue con diferencia la peor entrega de la saga, dando la impresión que se rodó con prisa y poco dinero e ideas. Por suerte, las ideas aquí nos han dado una notable escena introductoria de unos 12 minutos que va entre lo sórdido y lo repugnante; con cenobitas, un juicio de por medio, y un piltrafa que no sabe dónde se mete. El desarrollo nos ofrece una investigación policial, pocos personajes y un minimalismo general bien aprovechado, tratando de generar el interés suficiente. No es que sea la hostia, pero cumple en su parte central hasta un desenlace en el que la película vuelve a cobrar fuerza.

No se dejen engañar, que estamos en una era en la que gusta criticarlo todo, máxime si se trata de la saga de terror más maltratada de todas. Estamos ante una buena peli con alguna que otra sorpresa y que, al no haber estado dirigida por 2 franchutes de la nueva ola de terror, no obtendrá las desmedidas alabanzas de la pseudoprecuela de la Matanza de Texas. Ésta, con menos recursos, orina sobre algunas continuaciones de sagas terroríficas mucho más ambiciosas.