Me resultan más interesantes otras películas de Fassbinder, concretamente cuando explora los perversos y nocivos principios en los que se se basa la burguesía, todo un cáncer social, como se observa en La ley del más fuerte o Todos nos llamamos Alí, todo un alegato al desprecio por las mentes "bienpensantes", su hipocresía, su arribismo y su rancia moralidad.
El matrimonio de Maria Braun impacta por su parábola entre Maria-Alemania, la actuación de Schygulla y la valentía de mostrar una mujer así de fría, a la que espectador odia, por arribista, o admira, por su capacidad de supervivencia al medio. Me quedo con la segunda opción, y sí veo que sus actos sean producto del amor por su marido, lo que ocurre es que es un personaje tan amoral que a veces parece que la situación, supuestamente controlada, se le escape de las manos. Muchas actrices de hoy en día pagarían por un papel tan suculento como este.
¿Lenta? Es cierto que le falta ritmo, y en algunos pasajes se hace repetitiva. ¿Emociona? No, incluso algunos giros de guión resultan forzados. Sin embargo, insisto en la valentía de crear un personaje femenino tan potente y tan ausente en el cine actual. ¡Qué gratificante sería tener en la actualidad a Fassbinder haciendo vudú a la sociedad del nuevo milenio con su cine!

Interesante sobre todo el personaje de Nicole Kidman. Los primeros 20 minutos y los 5 finales, es decir, los que aparece ella, son lo mejor. El revelador monólogo de Nicole, en ese estado de delicioso delirio que proporcionan las copas y la marihuana es de una lucidez extática.

El resto de la película puede ignorarse por completo. Tom Cruise, como de costumbre, penoso, y la trama no convence. La famosa escena de las máscaras, increíble, ridícula, artificiosa, risible...y, de nuevo, Tommy tiene gran parte de culpa. Despierta el mismo morbo que las coles de Bruselas.

No conocía esta película de Visconti, y fue todo un descubrimiento. Intimista, bella en su planteamiento argumental y estético. Sin duda la influencia del realismo poético de Renoir (Visconti se inció con él como realizador), esa oscuridad, esas nieblas, esos contrastes del blanco y negro... recuerdan sin duda a la fotografía de Cartier-Bresson o Brassai. Espléndida puesta en escena.
En cuanto a los actores, perfecto Mastroianni como enamorado que sufre, masoquista a conciencia, idealista, tierno... lástima que Maria Schell no esté a la altura. Sus rostros de felicidad ingenua sobrecargan las escenas, y el flash-black con Jean Marais tampoco me pareció muy creíble, un enamoramiento algo gratuito.

Aún así, muy recomendable. Sólo por la escena en la que Mastroianni escribe una carta en el reverso de un paquete de tabaco desmontado, ya merece la pena.

Impredecible, creíble, respira veracidad, dureza y ternura. De nuevo, un ejemplo más de que el cine francés es único a la hora de hablar de relaciones humanas e individuos con conflictos latentes que se salen de estereotipo.

Digna historia de Cassavetes, aunque con flojeras en la historia y una horrorosa y repelente interpretación infantil (se nota que la indicación era: "tú muestra enfado con mucha intensidad").
El punto fuerte de esta película sin duda es Gena Rowlands: personaje a su medida, interpretado con matices, luces y sombras. De los mejores personajes femeninos de todos los tiempos. PERO el guión comete el gran error cuando una cabreadísima y armada Gloria le repite varias veces a sus examigos mafiosos: "Os dejáis asustar por una mujer... maricones!".
Ahí el personaje y la historia pierde parte de su credibilidad y coherencia. Pasa del 7 al 6.

Eso sí: chapeau ese minuto en el que Gloria no sabe prepararle unos huevos fritos para desayunar al niño, que acaba tomando un vaso de leche fría de la nevera.