¿Cuántas películas por lustro nos presentan a personajes afectados de cáncer? Decenas. ¿Cuántas películas que tratan del cáncer cruzan la fina línea y caen irrevocablemente en la sensiblería barata e impostada? Decenas. ¿Cuántas películas tienen la capacidad de removerte las entrañas, hacerte sentir pena sin adornos innecesarios y conseguir que la recuerdes aún meses después de verla con una lucidez inquietante? A falta de haber visto todas las películas del tema, Wit sería una de ellas.

Mediante los monólogos de la protagonista, nos vamos adentrando en ese mundo de tinieblas, conforme pasa el tiempo más profundo, del que no siempre hay una salida. En ese mundo pueblan médicos deshumanizados que ven a los pacientes como un "procesadora" más de tratamientos y técnicas terapéuticas, sin importarles bien su dignidad o su estado anímico. También pueblan enfermeras compasivas, verdaderos amores y apoyos que además de cuidados te dan cariño y compresión, que de otra forma serían imposibles de conseguir entre las cuatro paredes del hospital. En ese lúgubre mundo también hay sitio para los recuerdos, para el arrepentimiento, para las pesadillas, para el miedo y para la lucidez más extrema.

Es cierto que esta película no deja muy bien parados a los médicos. Aún siendo del gremio, considero acertadísimo e imprescindible el personaje del joven médico (escalofriante la escena en la cual le explica a la protagonista porqué le apasiona el cáncer y la oncología), en contrapunto con la cálida enfermera.

Esta película debería ser mostrada en todas las facultades de medicina y enfermería, ya que refleja la enfermedad desde dentro y desde fuera: desde los ojos de una fría y metódica profesora y desde los ojos del personal sanitario. El desarrollo de los pensamientos, las opiniones y las acciones de la protagonista me parece muy acertado, tanto como terrible.

Qué decir de las actuaciones. Todos y cada uno de ellos perfectos en sus roles, aunque destacando a la excepcional Emma Thompson, la cual logra poner los pelos de punta con una actuación siempre acertada, sin desatinos ni hacia la sobreactuación ni hacia la falta de transmisión de emotividad.

Es una película necesaria, dura por lo directo que expone las cosas, sin ningún envoltorio de falsedad y buenrollismo que algunas producciones desprenden para no destemplar al espectador; ésta es una mirada dura, humana y aséptica de una terrible realidad que sigue azotando a toda la humanidad.

'About time' tiene el genial acierto / desacierto de que es mucho más de lo que se muestra en su trailer: los que fueran esperando una comedia romántica per se se encontrarán con un trasfondo dramático que tiene más razón de ser que la simple anécdota lacrimógena en medio de la película, lo cual puede llevar a la sorpresa de algunos, como a la decepción de otros.

Comentado ese punto, es cierto que 'About time' no es más original que en su argumento romántico que cualquier otra cinta del género. Su original radica en la peculiar capacidad del protagonista y las hilarantes situaciones que se derivan de ella: intentar ligar con una chica hasta dar con la manera idónea, ayudar a tus compañeros en sus fracasos, evitar que un discurso te ridiculice, tener sexo en bucle infinito... Algo por otra parte nada nuevo, ya visto en la estupenda 'Atrapado en el tiempo'.

Esta película no merece ser comparada con aquella, pues además de competir en ligas diferentes 'About time' acaba decantándose por la reflexión sacada de la premisa, sin ser demasiado empalagosa y que a mi juicio encaja bastante bien con la película, sobre todo con el último tramo. Sí es cierto que la parte dramática, o digamos seria, está peor llevada que la parte cómica, donde la película gana enteros por ella misma, y sin necesidad de reflexiones metafísicas o empalagosas de la vida.

Por otra parte, gran parte del encanto que desprende este filme es debido al trío protagonista. Domhnall Gleeson está francamente perfecto en su papel de joven pringadillo y no tardas en cogerle cariño, aunque no tanto como el que le coges al personaje de Rachel McAdams, una de esas actrices cañón aquí transformada en una delicada mujer dando una interpretación tan creíble que ni siquiera la ves como un objeto de deseo sino como un ser inocente y frágil al que proteger. El trío lo cierra el siempre magnífico Bill Nighy, en el papel de socarrón que le va tan bien, como padre del protagonista.

Los momentos padre-hijo son todos magníficos: divertidos, tristes sin excederse, con diálogos maravillosos... Las escenas en las que el protagonista intenta acabar saliendo con la protagonista son también maravillosas. En el último tercio es donde radica el principal problema de la película, y es el cambio de tono tan brusco que experimenta, acompañado paralelamente de un abuso del recurso de los viajes en el tiempo, que pueden llegar a descolocar al espectador.

Aun con sus pequeños fallos, ésta es una película de grandes virtudes, y debe ser de visión obligatoria para todos aquellos que disfrutan de las comedias románticas o de películas "especiales" como Eternal sunshine of the spotless mind. Al resto, denle una oportunidad, pues no defrauda.

Decepcionante película.

Sam Mendes presume de buena dirección en una historia que se va diluyendo poco a poco hasta medio elevarse en el tramo final. De por sí, el argumento no es nada nuevo. Hay muchas películas que hablan del sueño americano con una visión deprimente y eminentemente dramática del asunto, pero ésta se queda dando vueltas sobre un mismo punto y no sólo no profundiza en él, sino que al final se hace cansino al espectador.

Hay un punto de inflexión en Revolutionary Road a partir de cual las escenas podrían ser intercambiables entre ellas, porque se resumen en: bronca superchunga o en tranquilidad marital post-gresca. El inicio del film y la primera hora aproximadamente se llevan con interés, pero a partir de dicho momento la trama de la película se estanca y no va para delante ni para atrás.

Ese es el fallo fundamental de esta película: aburre al espectador lanzándole la misma idea una y otra vez, sólo variando la localización de la escena y las vestimentas de los protagonistas (a veces ni eso).

Tampoco encuentro tan acertadas las laureadas interpretaciones: DiCaprio a mi parecer está mejor que su contrapunto femenino, por contenerse más en las escenas y por parecer una auténtica persona cabreada en las discusiones, y no un histriónico dando voces. Por su parte, Kate Winslet da una interpretación la mayor parte del tiempo sobreactuada o desentonada, sólo salvada en algunos momentos puntuales en los que sí aparece la buena actriz que es. Los secundarios ídem: Shannon mitad acertado mitad sobreactuado y Bates poco metida en su papel.

Por otra parte, no se si pretendido o no, el director otorga algunos momentos en los cuales se me escapó la risa por la situación. Ahora que veo que la película está catalogada como drama 100% intuyo que esos momentos fueron florituras que el señor Mendes nos quiso colar pensando que aportarían algo diferente a la trama, pero que en vez de eso resultan ser bufonadas bastante graciosillas (spoiler).

En definitiva, fallida película, que cuenta con un inicio prometedor, una dirección esplendorosa y una ambientación adecuada, pero que naufraga por la falta de variedad de contenido (por dios, hasta los mismos puñeteros acordes de la BSO son los que suenan en la mayor parte del film) y por unas actuaciones regulares.

Vi Rent ayer, me acosté pensando en ella y hoy me he levantado pensando en ella. Sin palabras sigo, aunque haciendo un esfuerzo lo único que puede salir de mi boca son alabanzas. Conocía el musical (no lo he visto), su temática y algunas de sus canciones, pero una vez me he visto involucrado completamente en la historia, en los personajes, en los números musicales... me siento afortunado.

Rent abarca un año en la vida de 7 personajes, que viven en NY y llevan una vida "bohemia" (entiéndase la acepción en este caso como llevar una vida en la que algún aspecto chirría con los cánones de la época, ya que uno de los personajes -Joanne- lo único que tiene de "bohemia" es que es lesbiana). Éstos jóvenes tendrán que enfrentarse a amores y desamores, rechazo social, SIDA, situaciones económicas precarias, represión, pérdidas... todo a golpe de canción y coreografía.

Pero qué canciones señores. Qué letras, qué ritmo pegadizo, qué coreografías. Y menudos actores. Exceptuando a las actrices que hacen de Mimi y Joanne (Rosario Dawson y Tracie Thoms) todos fueron los que dieron vida a los personajes en el musical original, y se nota. Unas actuaciones esplendorosas, unos saltos, piruetas y movimientos que quitan el hipo y un sentimiento al cantar que encoge el corazón. Destacaría, por encima de un reparto ya de por sí excepcional, a Anthony Rapp (Mike), a Rosario Dawson (una actriz a la que recordaba más bruta que un arado pero que aquí destila una sensualidad y potencia impresionantes como Mimi), Tracie Thoms (Joanne) y Wilson Jermanie Heredia (Ángel).

Como números musicales destacar con el que se abre y cierra la obra (Seasons of love), el tango Maureen, el maravilloso Take me or Leave me o el electrizante Today for you, tomorrow for me que se marca Ángel.

Es cierto que esta película es en su mayor porcentaje números musicales. Hay poca escena hablada y eso puede molestar a cierto público. Pero si puedes soportar ese detalle recomendaría a todo el mundo que la viera, por su contenido, por el cariño que le coges a los personajes, por su ritmo endiablado, por su fotografía perfecta y porque como musical es de lo mejor que se ha hecho nunca.

A la espera de volverla a ver en cierto tiempo le pongo un 9... aunque si en la revisión me encandila de la misma manera y me emociona con las canciones no dudaré en ponerle la máxima puntuación en esta web. Para finalizar no entiendo como pudo pasar desapercibida en todos los premios de ese año... no entra en mi cabeza. Una obra excepcional.

Extraña sensación es la que tuve al terminar de ver Silver Linings Playbook. Por una parte, reconocía que tenía elementos más que buenos, con algún toque de genialidad, pero por otra parte sentía la falta de provecho de una potencial buena historia por satisfacer los manidos cánones de Hollywood, sobre todo a la hora de catapultar y premiar las películas.

Como cosas positivas, tenemos un planteamiento interesante, que vendría siendo la re-inserción en la sociedad de un supuesto bipolar (Cooper), que no tiene otra cosa en mente que recuperar a su mujer. El inicio es poderoso, principalmente por la actuación de Bradley Cooper; logra que el espectador tome cariño a su personaje, aunque en varias ocasiones resulte molesta su insistencia en recuperar a su mujer (en estos casos no piensas "joder, qué pesado" sino "ooh, pobrecito, mira que es pesadín"). Él es el centro de la historia y se hace querer, y lo hace francamente bien. Esto me lleva al segundo gran punto positivo de la película: las actuaciones protagonistas. El ya mencionado Cooper impresiona por su tremenda actuación, llena de detalles y matices, acarreando a su espalda la práctica totalidad de la película. Su contrapunto femenino es la impagable Jennifer Lawrence, una actriz impresionante, que crea un personaje a ratos magnético, a ratos irritante, pero que se nos antoja real y cercano. También es destacable un ritmo aceptable, sobre todo en la primera mitad, pero que se ve lastrado al empezar la segunda hora de la película.

Como cosas negativas, tenemos unos secundarios de chiste (DeNiro todavía se podría salvar, pero Weaver, Chris Rock, el terapeuta, el amiguete... son meras caricaturas que no aportan nada más que su presencia en los minutos en los que salen), una trama que naufraga desde el segundo tercio (desde este punto sólo los protagonistas elevan el producto a aceptable) hasta un final más que visto. También encuentro molesta e innecesaria la subtrama de Robert DeNiro; la veo poco interesante, un tanto ridícula y solo entorpece la dinámica del film.

Total, que sigo dudando si me gustó aún con sus fallos o si me parece una película fallida salvada por detalles puntuales. Dentro de un tiempo la revisaré.