El humor alemán es relativamente especial y de ello te das cuenta en los primeros minutos de película. No es desternillante y hay que tener paciencia, porque hasta que no empieza el objetivo de su venganza te dan ganas de quitarla. Sin embargo al final te quedas con una peli entretenida y con alguna que otra risa que te sacan.

Es curioso ver como trabaja un club de primer nivel antes de una gran final.
Si eres del barcelona o antimadridista no te gustará, pero si no lo eres te mostrará la preparación previa a una final de Champions League, lo que ocurre dentro del vestuario durante el partido y lo que les pasa por la cabeza a los jugadores.

No se como han podido meter tanto dinero en una serie que parece estar escrita por un loco en una de sus rayantes pesadillas.

Es el humor típico de la hora chanante, si te gusta ese tipo de comedia pasarás un buen rato, si no entiendes la mitad de las absurdas situaciones te aburrirá.

Mezcla entre chicos malos de los suburbios de este siglo, con sus riñoneras colgadas al cuello, y un ochentero ambiente de luces, música y estética.

El director intenta insuflar drama y comedia en ciertos momentos del film, pero se queda en meros intentos. Aún así, entretiene lo suficiente como para no aburrirte durante la hora y media.

Consigues empatizar con las penas de los personajes, odiar sus ridículas manías y comprender sus comportamientos.

Película extremadamente sencilla en su historia y en su escenografía, algo que añade aún más valor a la trama de una obra que se basa en un problema cotidiano en la vida de muchas familias: vejez, hijos, enfermedad, cuidados, responsabilidades.