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Estados Unidos Estados Unidos · Austin, Texas
Críticas de alexdlarge
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Críticas 6
Críticas ordenadas por utilidad
8
7 de marzo de 2016
33 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Liza (Mónika Balsai) es una enfermera de 30 años encargada de cuidar a la viuda del difunto embajador de Japón. Tímida y soñadora, enfrascada en sus novelas de amor japonesas, vive imaginando como será encontrar su media naranja. La única distracción que tiene en su rutinaria vida es un amigo imaginario Tomy Tani, un cantante J-Pop muerto años atrás. Lo que Liza no sabe es que Tomy no es un ser producto de su imaginación, sino un fantasma que solo ella puede ver. Celoso hasta la médula, por ectoplásmica que ésta sea, el cantante fantasmagórico quiere a Liza para él solo, por lo que irá provocando la muerte de todos los pretendientes de la joven enfermera. Nuestra protagonista, ajena a los tejemanejes del fantasma, empezará a creer que se está transformando en una hada zorro, un ser mitológico que provoca la muerte de todo aquel que cae presa de su amor. Triunfadora de la última edición del Nocturna (Festival Internacional de Cine Fantástico de Madrid), 'Liza, the Fox Fairy' nos demuestra que en Hungría hay cine más allá del que nos trajo Ladislao Vajda (vale, Ladislao desarrolló su carrera fuera de su país natal) y de la oscarizada, este año, 'El Hijo de Saul'. Su director y co-guionista, Károly Ujj Mészáros, nos presenta una fábula oriental con una estética que bebe directamente del cine de Marc Caro y Jean-Pierre Jeunet ('Delicatessen', 'La Ciudad de los Niños Perdidos'). Su escenografía atemporal y totalmente deslocalizada, nos hace incapaces saber donde y cuando transcurre lugar la historia. A priori, podríamos apostar por la Hungría comunista de los 50-60, si bien, detalles como los anuncios de contactos en la Cosmopolitan o las continuas visitas de la protagonista al Mekk Burger, nos hacen plantearnos si no estaremos ante una Hungría alternativa o un país imaginario cualquiera. Mención aparte merece la galería de muertes de los pretendientes de Liza y, en especial, la forma en la que Tomy se lleva el alma de cada uno de ellos. Para finalizar, a todo esto habrá que sumar los distintos números musicales cortesía del espectro japonés (interpretados magistralmente por Erik Sumo & The Fox-Fairies). Una delicia de banda sonora con unos temas que no dejarás de tararear y que, junto al verde eléctrico del traje del cantante, son lo mejor de la película. No dejéis escapar esta joyita pseudo-nipona venida de Europa Central.

Crítica completa en BLOODSTAB: http://bloodstab.blogspot.com.es/2016/03/liza-fox-fairy.html
alexdlarge
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6
10 de marzo de 2016
13 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buen momento para las películas de espías. El año pasado asistimos, junto a la última entrega de la sempiterna saga Bond ('Spectre', Sam Mendes), al estreno de varios filmes de calidad sobresaliente. Aderezadas con ciertas dosis de humor, 'Spy' (Paul Feig), 'Kingsman' (Matthew Vaughn) y 'The Man from U.N.C.L.E.' (Guy Ritchie), han supuesto una revitalización del género y un soplo de aire fresco a los Bond, Bourne o Hunt de marras. El francés Louis Leterrier ('Transporter', 'Danny the Dog', 'The Incredible Hulk') sigue este mismo esquema en 'Agente Contrainteligente' ('The Brothers Grimsby'). La película combina escenas de acción, que nada tienen que envidiar a las podamos ver en cualquier entrega de 'Misión Imposible', con ese humor 'testicular' tan propio de Sacha Baron Cohen (co-guionista del film). La historia se centrará en Nobby (Sacha Baron Cohen) y Sebastian (Mark Strong) dos hermanos separados tras la muerte de sus padres. Mientras que Sebastian será adoptado por una pareja londinense, Nobby pasará el resto de su infancia en el orfanato. El primero, acabará conviertiéndose en un espía al servicio del MI-6, mientras que el segundo de ellos acabará siendo un hooligan patilludo padre de familia numerosa. 28 años después el reencuentro de ambos hermanos se producirá en medio de una misión de Sebastian. Misión que, debido al efusivo saludo de su hermano Nobby, se irá al traste, haciendo que el agente secreto sea tomado por un traidor y le persigan tanto los suyos como los agentes de Maesltrom (algo así como el Spectre de éste MI-6). A partir de este momento seremos testigos de una carrera a contrarreloj para demostrar la inocencia de Sebastian. Cómo mencionamos anteriormente, las escenas de acción están filmadas de manera impecable, notándose el callo adquirido por Leterrier en la franquicia 'Transporter'. Mark Strong llevará el peso de la acción y, si en 'Kingsman' hizo las veces de 'Q', aquí será el auténtico 007 del film. Para Sacha Baron Cohen quedará reservada la parte cómica y demuestra, una vez más, la versatilidad que tiene para clavar cualquier tipo de acento. Su encarnación de un charver de suburvio (algo así como nuestros 'canis') es desternillante. Destacar también la presencia de Scott Adkins, que ya trabajó con el director en 'Danny the Dog', interpretando al villano Lakashenko. Por desgracia, salvo por un enfrentamiento con Baron Cohen, apenas podremos disfrutar de sus coreografías. La película también contará con la presencia de Ian McShane ('Deadwood'), haciendo las veces del 'M' de esta agencia de espionaje, y de Penélope Cruz, como la filántropa Rhonda George. Producto muy divertido, aún en la redundancia de sus chistes 'seminales, nada politicamente correcto y que goza de algo en vías de extinción… ¡un metraje de menos de hora y media! Disfruten de este 'Hermano más tonto de James Bond'.

Crítica completa en BLOODSTAB: http://bloodstab.blogspot.com.es/2016/03/the-brothers-grimsby.html
alexdlarge
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4
20 de febrero de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cómo definir 'Ninja III: The Domination'? La tercera parte de la ninja-franquicia de la Cannon, nada tiene que ver con sus predecesoras (exceptuando el hecho de que Sho Kosugi vuelve a hacer acto de presencia). Mientras que 'Enter the Ninja' (1981, Menahem Golan) y 'The Revenge of the Ninja' (1983, Sam Firstenberg) tienen un argumento más clásico, lo de 'La Dominación' no tiene nombre. Ninjas, neones, calentadores y posesiones demoníacas van de la mano en este despropósito pergeñado por Sam Firstenberg. Director habitual de la Cannon ('Breakdance 2: Electric Boogaloo', 'El Guerrero Americano', 'La Fuerza de la Venganza'), Firstenberg da a luz uno de los proyectos más locos de la historia del cine. Tras asesinar a un científico en un campo de golf, un ninja malvado cae abatido por la policía. El espíritu del asesino poseerá a Christie (Lucinda Dickey, protagonista de las dos entregas de 'Breakdance'), la cuál irá dando caza a cada uno de los policías responsables de la muerte del asesino.

Crítica completa en BLOODSTAB: http://bloodstab.blogspot.com.es/2016/02/ninja-iii-domination.html
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
alexdlarge
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8
2 de marzo de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wade Wilson (Ryan Reynolds, 'Buried', 'Green Lantern'), socarrón y bocazas mercenario, vive gracias a los trabajitos que le encarga su colega/empleador Weasel. Un buen día, en el bar regentado por el propio Weasel, conoce a Vanessa (interpretada por la televisiva Morena Baccarin, 'V', 'Homeland'), prostituta de lengua afilada, con la cual comienza una relación basada en celebrar todas y cada una de las fiestas del calendario follando como leones. Todo parece ir de maravilla hasta que a Wilson le detectan un cáncer prácticamente incurable. La solución a sus problemas de salud vendrá en forma de un tratamiento milagroso, a manos de una misteriosa organización, que promete, además de curarle, dotarle de unas nuevas capacidades dignas de un superhéroe. Todo cambiará cuando la supuesta cura no sea más que un experimento para crear esclavos con superpoderes y alquilarlos al mejor postor. Dicho tratamiento, en forma de mil y una torturas, curará a Wilson de su enfermedad y le dotará con la habilidad de poder regenerar su cuerpo ante cualquier lesión recibida. Así mismo le conferirá el mismo aspecto que Freddy Krueger después de una sesión de peeling. A partir de este momento seremos testigos de la transformación de Wade en Deadpool y del inicio de su venganza. Proveniente del mundo de la animación, y con solo dos cortos dirigidos a sus espaldas, Tim Miller nos presenta la adaptación cinematográfica del personaje creado por Fabian Nicieza y Rob Liefeld (Satan as himself, los lectores de cómic comprenderán el porqué de esta inquina...) para Marvel Comics. Más que el trabajo de Miller, notable por otra parte, es destacable el guión perpetrado a 4 manos por Rhett Reese y Paul Wernick ('Bienvenidos a Zombieland', 'G.I. Joe: Retaliation'). Los continuos chistes, que podrían llegar a ser cargantes, funcionan perfectamente, así como las distintas referencias pop que salpican el metraje. Si bien es cierto que el carácter del personaje, con sus múltiples roturas de cuarta pared, facilita esta tarea. Estudio, personajes y actores, incluido el propio Reynolds, no están a salvo de las chanzas de Deadpool. Y qué menos que destacar al vehículo de toda esta sorna, Ryan Reynolds, el cuál consigue quitarse el estigma de su anterior trabajo superheroico (la fallida 'Green Lantern'), con una magnífica encarnación del mutante, apoyada en gran medida a un gran trabajo de expresión corporal. Además de nuestro antihéroe protagonista también contaremos con la presencia de Coloso, personaje totalmente digital, y de Negasonic Teenage Warhead, como representantes de la franquicia mutante. Los cuáles no solo no molestan, sino que dan cierto empaque al film, integrándolo, aunque sea tangencialmente, en la franquicia mutante de Fox. Acción cortesía del antihéroe de moda que, vistos los resultados de taquilla, promete volver con más fuerza en una segunda entrega y con un invitado de excepción (fans del cómic mutante noventero, estáis de enhorabuena).

Crítica completa en BLOODSTAB: http://bloodstab.blogspot.com.es/2016/03/deadpool.html
alexdlarge
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5
3 de marzo de 2016
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Richie Lanz (Bill Murray) es un promotor musical caído en desgracia. Sus días de gloria con Madonna, Stevie Nicks y compañía han pasado a mejor vida. Actualmente vive de timar a jóvenes promesas y de representar a su única cliente, Ronnie (Zooey Deschanel). Será en una actuación de su representada, donde un desconocido les ofrecerá una gira por Afganistán para animar a los tropas americanas (vamos, como Marta Sánchez en plena Guerra del Golfo). Sin pensárselo dos veces, Richie y Ronnie volarán rumbo a Kabul para relanzar la carrera de ambos. Allí, la estrella en ciernes no se lo pensará dos veces y, ayudada por Bombay Brian (Bruce Willis), se volverá a Estados Unidos dejando colgado a su representante sin dinero ni pasaporte. A partir de este momento, Richie irá interactuando con una galería de personajes compuesta en gran medida por despojos de la sociedad americana que han buscado mejor fortuna en el Lejano Oriente. Barry Levinson ('El Secreto de la Pirámide', 'Good Morning Vietnam', 'Rain Man', 'La Cortina de Humo'), nos presenta un producto tan irregular como su carrera (no nos olvidemos que Levinson también dirigió engendros tales como 'Envidia' o 'Bandidos'). Lo que en principio parece que va a ir por los derroteros de la comedia absurda, su premisa bien lo merece, pronto muta en algo totalmente distinto. La primera parte de la película bien pudiera ser un homenaje a 'Jo, ¡que noche!' (1985, Martin Scorsese), con Murray en plena noche 'kabulina', intentando conseguir dinero y un nuevo pasaporte, acompañado por una suerte de traficantes de munición (interpretados por Scott Caan y Danny McBride) a lo Cheech y Chong. También conoceremos a Merci (Kate Hudson, 'Casi Famosos'), prostituta americana que también se gana las habichuelas en la capital afgana. Pero como decíamos anteriormente, a mitad de película, la loca comedia que podría haber sido da paso al drama cuando Murray descubra a una joven pastún de voz angelical y la quiera convertir en la nueva sensación del Operación Triunfo afgano. Inspirada en un hecho real, toda la segunda parte del film tiene una pátina de ñoñería que acabó por matar las pocas posibilidades que le estaba viendo al film. El cinismo de Murray acaba quedando diluido entre sus buenas intenciones, la comedia se convierte definitivamente en dramedia y cualquier intento de profundizar en la cultura del país se convierte en una colección de tópicos juzgados por la superioridad moral del moderno hombre blanco del primer mundo. Resumiendo, un pastiche de géneros con un Bill Murray totalmente desaprovechado tanto por su director, como por su guionista Mitch Glazer (el cuál si supo sacarle partido en 'Los Fantasmas Atacan al Jefe').

Crítica completa en BLOODSTAB: http://bloodstab.blogspot.com.es/2016/03/rock-kasbah.html
alexdlarge
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