Una copia en lo que se refiere a argumento con Karate Kid 1. Absolutamente toda la estructura argumental es calcada a la primera película de la secuela. Lo han intentado adornar con un viaje a china, y cambiando el kárate por el kung fu, pero a los que hemos visto y 'dominamos' la secuela, no nos la cuelan. Por el resto, escenas de acción para pasar el rato, choque cultural interesante y poco más.

Con un desarrollo pausado y tranquilo, como si de una oda se tratase, la película trata un tema aparentemente simple, pero cargado de una importante simbología, que se respira por todos sus poros. Además bien acompañada con una fantástica banda sonora, y unas imágenes panorámicas que no descontentarán a los amantes del cine. Otro aspecto a destacar, es la caracterización de los personajes, y del contexto social y cultural de los pueblos del Nepal montañoso. En definitiva, que cada uno juzgue como quiera, y vea los mensajes que desee. Pero eso sí, siéntese cómodamente y como si de una obra de teatro se tratase, con paciencia disfrute de ella.

La tercera película de la saga Zatoichi, muestra un gran grado de originalidad por parte del director, sorprendiendo con una estructura nueva, a la cual, añade sus particulares mensajes íntimos.

A parte de una película sin argumento, y con un humor pésimo; hay escenas que repugnan y no tienen ningún sentido. Nos ganamos la fama...
¡No pierdas el tiempo!, ¡ni se te ocurra verla!

El guión escrito por Tarantino me ha sorprendido, como no me ha sorprendido nunca. Habiendo creado un guión simplemente increíble. Con esta película demuestra que también sabe tratar el tema del amor, sin perder su esencia. También debería felicitar a Tony Scott, la película es simplemente digna de ver. Me esperaba otra cosa, un aburrimiento de película, y me he encontrado con una película emocionante.