Caniche (1979)

Tercer largometraje de Bigas Luna tras la primera aventura cinematográfica del detective Pepe Carvalho en “Tatuaje” y la sórdida “Bilbao”, ésta última interpretada por Ángel Jové, actor con quien repite en su siguiente, demoledora y bizarra aunque algo más comprensible “Caniche”.
Bigas Luna pretendió exponer la decadencia de la vieja burguesía barcelonesa frente a los nuevos retos de futuro, intentando adaptarse a nuevos tiempos sin olvidar sus antiguas tradiciones. Pero el talento provocativo del realizador de “Jamón, Jamón” (1992) va más allá, metaforizando y metamorfoseando esos deseos en la pareja de hermanos interpretados por Jové, Consol Tura y su animal de compañía, un caniche llamado Dany y al que tratan como a un hijo. Aunque de orígenes ricos, Bernardo y Eloísa viven en una ruinosa mansión esperando una herencia sustanciosa de su odiosa tía Lina (Sara Grey) y poner en marcha el codiciado proyecto de un amigo suyo, Alberto (Cruz Tobar) hacer realidad una lujosa zona residencial para perros.

Un entresijo de celos, carnicería, zoofilia, sexo oral e incesto allá dónde no impere la moral y con pellizcos de humor negro y virajes al cine de terror (Bigas Luna se adelantó al Kubrick de “El Resplandor” en amenizar algunas secuencias con el empleo de Bela Bartok con su “Música para cuerda, percusión y celestia”) adoban el triángulo formado por unos personajes egoístas y encerrados en sí mismos.

Una de las mejores obras en la primera etapa de un director, demasiado encasillado en realizar filmes con sobrecarga erótica pero muy agudo al meter el dedo en la llaga en el si de una rabiosa sociedad dispuesta a salir de cuarenta años de grises imposiciones.

La mejor película de Bigas Luna junto a "Bilbao". Otro enfermizo comic underground sobre la decadencia de las clases altas. Sólo un problema: Bigas Lunas, como tantas veces, lo reduce todo al sexo y deja de lado otras posibilidades de la historia. El resto muy bueno.