La ley de la frontera (1995)

404/32(24/12/09) El argentino Adolfo Aristarain nos ofrece una cinta muy entretenida, un producto atípico en su filmografía, una cinta ligera de aventuras, con un tono de comedia muy agradable, no exenta de sus habituales dosis de ideario comunista donde se ataca a la iglesia, a los terratenientes, a la guardia civil, como ejemplo la frase de “El Argentino” (Federico Luppi) < No pararemos hasta ahorcar con las tripas del último cura a el último milico>, toda una declaración de intenciones izquierdista-anarquista. Yo me quedo con unos personajes en la búsqueda de la libertad personal, personajes con alma inquieta. El argumento resulta harto previsible, con algunas situaciones que rozan lo pueril, como botón de muestra la escena de la ejecución a garrote, resuelta de un modo torpe, pero como la cinta no se toma en serio a sí misma es perdonable, todo queda en un ejercicio lúdico de fácil visión que te deja un poso de optimismo muy agradable sin más pretensión que presentarnos un bello y mágico escenario, bosques y pueblos gallegos, por el que pululan seres entrañables y no es “El bosque animado”. Recomendable a los que gusten de buen cine de aventuras si pretensiones. Fuerza y honor!!!

A pesar de ser la película (junto con Beowulf la leyenda, que recuerde) con la peor banda sonora posible, y a pesar de unos personajes esquemáticos (¿por qué el personaje de Pere Ponce no tiene el más mínimo acento portugués y el de Aitana sólo le sale el americano al pronunciar su nombre?) y unas interpretaciones mediocres (incluyo a Federico Luppi, que aunque es genial siempre hace de él mismo), se trata de una divertida mezcla de comedia de aventuras y western con ingedientes patrios (la Guardia Civil hace las veces de caballería, Portugal es Méjico, y la cantera del tren asaltado).