Un hombre para respetar (1972)

160/09(06/06/20) Entretenida producción italiana rodada en Alemania (Hamburgo) y con protagonismo de la estrella estadounidense Kirk Douglas ya en con los años notándosele en el rostro (56 años), aun así derrochando carisma. Con dirección de Michelle Lupo, que con una historia de Roberto Leoni (“Santa Sangre”), y Franco Bucceri (“Vieni avanti cretino”), deriva en un guión de ellos mismos junto a Nico Ducci (“Juventud armada y peligrosa”), Mino Roli (“Diamantes a gogó”), y Lupo. Resultando que de tantas manos hay una historia muy sencilla enmarcada en el sub género ‘heist’ (atracos) cruzado con el cine negro, con amoralidad, policías, muertos, femme fatale, y un anti-héroe de protagonista, en un film de claros efluvios a “Rififi”, aunque muy inferior. Tiene además los alicientes del afamado actor transalpino Guiliano Gemma y la sensual belleza brasileña Florinda Bolkan, también resultan estimulantes algunos giros finales que dan tensión al rush final. Tiene alguna subtrama parche como es la referente al tipo que quiere contratar al protagonista al principio, que termina en nada. Tiene escenas de enorme vistosidad aparatosa, como es la persecución automovilística con el Plymouth Fury de 1958, derrochando brío y afán destructivo gamberro, aunque si te pones a pensar las motivaciones del perseguidor (Miller encarnado por Romano Puppo) resultan infantiloides. También tiene un estupendo tramo en el desarrollo del plan del atraco a una aseguradora, desplegando la última generación de tecnología, expuesta con gran detalle recordándome en este sentido a la mencionada “Rififi” (1955), en silencio viendo trabajar a un profesional de lo suyo, sensacional en este sentido. Resaltar la siempre grácil música del maestro Ennio Morricone, que da lustre al metraje con sus sibaritas melodías.

En Hamburgo, Alemania, Steve Wallace (Kirk Douglas) es un ladrón que acaba de pasar tres años en prisión. Es liberado por un inspector comprensivo (Reinhard Kolldehoff) y regresa a casa con su bella esposa Anna (bella Florinda Bolkan). Su antiguo jefe, Miller (Wolfgang Preiss), trata de reclutarlo para hacer otro trabajo, esta vez sacando $ 2 millones de dólares de una caja fuerte gigante que está protegida por un equipo de sonido sensible, lo que significa que incluso la más mínima respiración activará una alarma muy fuerte conocida como "Big Ben". Tendrá importancia en la historia el trapecista de circo Marco (vitalista Giuliano Gemma).

Es una película que va al grano, con buen ritmo evolucionan los acontecimientos, goteando escenas de acción (peleas, persecución por un circo, persecución automovilística,...) aquí y allí, entre medios los preparativos del atraco, esto punteado por una sub trama de triángulo romántico infra desarrollada, metida con calzador, y que desvía la atención de lo importante. Y es que Lupo aunque da lugar a márgenes como el mencionado lio amoroso, o la sub trama con su antiguo jefe, esto es superficial y rozado de soslayo, pues lo que le interesa es que veamos al profesional ladrón en su salsa. Fenomenal es la ya mencionada persecución automovilística, delirantemente imaginativa, parece más de humor que intensa, rozando lo absurdo en sus golpes, choques, destrucción, pero se nota metida con fórceps orgánicamente coja y sin mucho sentido, solo parece estar ahí para dar alguna escena de acción más y rellenar, pero como relleno está muy bien, gracias entre otras cosas a la maravillosa cámara (hace también juegos de ángulos holandeses para dar impresión de zozobra ambiental) de Tonino Delli Colli (“Erase una vez en América” o “El nombre de la rosa”) en tremenda miscelánea con la enérgica edición de Antonietta Zita. Todo para desembocar en un vigoroso rush final, con sorpresas, con huidas, con traiciones, con sentido trágico.

Es un pasarratos cumplidor, que no ahonda, ni lo pretende en sus protagonistas, que realmente son clichés, ejemplo es su protagonista con ese sentido vocacional tan marcado de ser un ladrón profesional, y no sabe hacer otra cosa, embarcado en su último ‘trabajo’, pero al menos lo encarna un notable Kirk Douglas. No es una película que trascienda, pero no sientes el rato perdido. Fuerza y honor!!!

Un ladrón que sale de la cárcel decide volver al ruedo para intentar un robo casi imposible en una torre custodiada por todo tipo de alarmas, a partir de allí se une junto a otro hombre intentando darle forma al golpe. Por supuesto hay cosas que al verla hoy casi nos dan risa, pero para la época realmente estuvo muy acorde, también es de destacar una persecución automovilística muy bien hecha. Dentro de los protagonistas encontramos a Kirk Douglas (ya mayor), un joven Giuliano Gemma y la bella Florinda Bolkan (en un papel que poco aporta). En síntesis sin de las mejores de Douglas se deja ver sin problemas.