Pánico en la ciudad (1976)

Tengo en mi memoria dos anuncios hoy desaparecidos que entonces eran de lo más populares. Uno era el perfil de un tío a caballo en el que ponía NITRATO DE CHILE y recuerdo verlo por la antigua carretera que llevaba a El Escorial, donde vivía mi familia, y estaba pintado o puesto sobre una roca. Nunca pregunté que coño era el nitrato de Chile hasta que con el tiempo me enteré por mi cuenta. El otro anuncio es más reciente y era una alcachofa con la palabra CYNAR. En este caso sabía que era una bebida en el que se explicaba "aperitivo a base de alcachofa". Recuerdo probarlo, tomé un traguito a escondidas y no me pareció malo. En alguna tasca de esas cutres que tanto me gustan, aún hoy es posible encontrar una botella de exposición cubierta de una buena capa de polvo. Se ve que se les quedaron sin terminar.

Bien, pues en esta película de acción policial, los anuncios de Pejo, un agua mineral de la que se sirve un vaso James Mason para tragarse la pastilla de las 4, y el de CYNAR, están por todos sitios. También se ven los autobuses que por España también fueron usados en los que el cobrador iba detrás, los mismos modelos de coches que había aquí y cosas así. Lo demás, menos interesante, es la acción de un comisario de policía del estilo ese que florecieron por entonces, de ajustar las cuentas sobre la marcha, más que nada, para distraer al respetable.