Hermandad de sangre (2004)

Siempre hay algo más profundo que se esconde tras esos despiadados grupos de mafiosos, un cúmulo de sentimientos más importante aparte de los clásicos engaños, traiciones y peleas por el poder. Sentimientos desarrollados a través de una vida llena de violencia y peligros, pero también arraigada a profundas amistades, amores imposibles y deseos de cambiar y tener una vida mejor...
Sentimientos que Wing y Turbo, o lo que es lo mismo, Hung y "Zurdo", conocen muy bien.

"Triad Underworld" es una muy interesante película que el cine hongkonés nos trajo a principios del siglo XXI. Un film un tanto extraño y que se puede volver confuso en ocasiones (creo que como todos los de la cinematografía china), pero rebosante de fuerza y gran técnica visual, que nos cuenta de una manera muy original la historia de dos chicos metidos en negocios muy sucios, sobreviviendo entre asesinos, chantajistas, maleantes y prostitución, que ven una noche la oportunidad de sus vidas para lograr ser tipos importantes.
Y he dicho original porque la película parece contar dos historias paralelas, ya que nos presenta a dos parejas de amigos sumergidos en el mundo de la calle y las bandas, los primeros Wing y Turbo, dos chavales sin muchas luces que planean asesinar a un jefe, y los segundos Hung y "Zurdo", dos hombres metidos en la mafia que deben arreglar un asunto entre clanes, pero realmente, y es algo que yo descubrí prácticamente al principio de la historia, los dos chicos y los dos hombres son los mismos personajes, así que la trama se mueve en "flashbacks" y "flashforwards" sin parar.

Wong Ching-Po demuestra ser un director interesante a descubrir, al que se le da de miedo combinar drama, violencia, romance, acción y suspense a partes iguales y demostrando un manejo de cámara muy efectista y visual, elegante y colorido en ocasiones, muy trepidante en otras, pudiendo quedar a medio camino de los Johnnie To y Wong Kar-Wai que todos nos sabemos, aparte de demostrar claramente un gusto por el cine hongkonés clásico del rollo de Ringo Lam, por ejemplo, llegando a ser esta "Triad Underworld" una especie de combinado feroz entre "Fallen Angels", "Election", "As Tears go By" o "Hermanos de Fuego", aunque a mí también me pareció muy próxima al estilo del duro "thriller" japonés "Gonin", de Takashi Ishii.
Andy Lau y Jackie Cheung ya son veteranos y su trabajo siempre es y será bueno, por supuesto (aunque yo no aguante la cara de mendrugo que tiene el segundo), al igual que el de Jacklyn Wu, Michael Miu y Gordon Lam, aunque los que sorprenden de verdad son esos jóvenes Shawn Yue y Edison Chen, uno muy a lo Chow Yun-Fat y el otro copiando el estilo de Lau, y Lin Yuen como la dulce Yoyo, en la línea total de esos particulares personajes femeninos de las películas de Kar-Wai. En un cameo hasta podemos ver a ese Lam Suet, actor fetiche de Johnnie To y que creo sale en todas las jodidas películas chinas actuales, en otra de sus típicamente cómicas actuaciones.

Hay ciertos detalles que la hacen perder credibilidad, como eso que he dicho sobre algunas confusiones que puede producir la trama o ese "secreto" sobre la identidad de los personajes que se desvela al final pero que es la mar de fácil intuirlo pasados veinte minutos de metraje.
No así es un film muy interesante de descubrir, y muy entretenido en la corta hora y veinte que dura.