The Chemist (2016)

Películas sobre el submundo de los asesinos de encargo hay unas cuantas. De éstas, hay algunas que tratan sobre el duelo entre maestro asesino y su aprendiz. Todo por el trabajo. El paradigma es "Friamente, sin motivos personales" protagonizada por Charles Bronson y su remake titulado "El mecánico" con el bueno de Statham. En ella relatan como el maestro asesino adopta como su pupilo al hijo de una de sus víctimas. Y esta relación acabará mal. Otra emparentada podría ser "Asesinos", con la dupla Banderas/Stallone, con una relación algo diferente, ya que no es su pupilo, sino su fan.

Esta "The chemist" va por el mismo camino, aunque su resultado no es satisfactorio. Si "El mécánico" se llamaba así porque el asesino era preciso y camuflaba el asesinato como algo natural o accidental, este "The chemist" es un mago de los venenos que fabrica en casa. Por lo demás, picotea de las películas mencionadas. Así tendrá el enfrentamiento con su pupilo y la novia de éste, pero además tendrá que proteger a una víctima suya, como en "Asesinos". Y tiene toda la parafernalia ya vista en estos filmes: los encargos llegan a su ordenador en forma de ficha con foto de la víctima.

Sin embargo, el guión es plomizo y la dirección es de arrancarse los ojos. Incluso los combates son tristes y aburridos. Y eso es un pecado mortal para este tipo de filmes. Teniendo una trama insulsa y previsible, has de saber rodar escenas de acción para que el espectador se entretenga y Art Camacho pues no llega.

Hay ambientaciones lamentables. Un local nocturno que si te fijas, es una sala con sillones y mesas baratas y plásticos colgados por las paredes, como de fiesta de cumpleaños de un niño de primaria en el garaje de tu casa. Realmente espeluznante.

Gruner, que no deja de ser un Van Damme de todo a 100, aspiraba en este filme a dar un salto cualitativo a algo más, al estilo Statham. Pero no. El producto es muy malo. Como la coprotagonista. Qué horror. Si parece de fan-movie. Y eso que hay bastantes actores conocidos de serie Z con breves apariciones o cameos.

Su segundo título, Assassin X, será para despistar. Se podría haber titulado Assassin Z, que es más próximo a la realidad. O quizás Assassin ZZZZ, por lo letárgica que resulta.

Y luego está el excesivo metraje. ¿Para qué tanto minutaje si ofrece tan poco?

Filme nada recomendable. Nada nada. Ni para planchar.