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La última esperanza (1976)

La última esperanza
100 min.
5,7
115
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Sinopsis
Eddy Batkin, en una fiesta en la que se consume droga, mata a un policía. El suceso acaba con la tranquilidad de su familia. Pero su padre Jacques, un importante industrial, se las arregla para hacer valer las circunstancias atenuantes y llega incluso a ganarse la confianza de la viuda del policía. (FILMAFFINITY)
Género
Thriller Drama
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Francia Francia
Título original:
Comme un boomerang
Duración
100 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Francia-Italia;
Links
6
Sin esperanza
Film realizado por el guionista y director José Giovanni (“Dos hombres en la ciudad”, 1973), del que Alain Delon es productor, actor principal y coguionista. El guión, original de José Giovanni (“El clan de los sicilianos”, Verneuil, 1969) y Alain Delon, desarrolla un argumento de José Giovanni. Se rueda en escenarios reales de Niza y alrededores y en estudio. Producido por Alain Delon para Adel Productions (Francia), Lira Film (Francia) y Filmes Cinematografica (Italia), se estrena el 18-VIII-1976 (Francia).

La acción dramática tiene lugar en Niza, en una villa de las afueras de la ciudad y en los alrededores, a lo largo de poco más de un año, en 1975/76. Eddy Batkin (Julien), hijo del empresario Jacques Batkin (Delon), de origen polaco, y de su primera esposa, Ginette (Doll), ha entrado en contacto con un grupo de compañeros que consumen drogas ilegales (duras y blandas) y alcohol, como elementos de animación de las fiestas colectivas o de grupo.

El film suma crimen, drama, policiaco y thriller. La primera parte, dedicada al planteamiento de la historia, la presentación de los personajes, la descripción del ambiente de una fiesta juvenil, etc., está bien narrada, aporta elementos de interés y es razonablemente creíble. La segunda parte presenta un desbordamiento de la acción, que se aleja de lo razonable, invade parcelas de lo inverosímil y pierde autenticidad. El relato deriva hacia un drama orientado prioritariamente a la espectacularidad, la movilización de emociones superficiales y la búsqueda del favor del público menos exigente. En su conjunto, la obra presenta fallos de consistencia y desaprovecha las posibilidades que encierra el arranque de la historia y su planteamiento.

El film explora el problema del consumo juvenil en grupo de heroína, marihuana y el abuso del alcohol y de las consecuencias de las drogadicciones tempranas. Tangencialmente, se refiere a algunas de sus causas, como la desestructuración familiar, ambientes familiares permisivos y descuidados respecto de las necesidades de los hijos menores, la escasez de tiempo que algunos padres dedican a la atención de los hijos, la fuerte presión de los grupos de iguales, etc. Habla de la pena de muerte en términos críticos y de la pena de muerte aplicada en el pasado reciente a un menor, que hiela el alma.

Se refiere al rechazo que producen los delitos relacionados con las drogas y, sobre todo, al peso del pasado en personas que han pagado sus deudas con la sociedad y se han reinsertado socialmente. Esboza una propuesta poco elaborada y hoy ampliamente superada sobre la necesidad de reforma de las leyes sobre la delincuencia juvenil en general y de las relacionadas con el fenómeno relativamente nuevo del consumo de drogas por menores, su prevención y su tratamiento sanitario y social. Denuncia la ineficacia policial en la lucha contra los vendedores minoristas de drogas ilegales, las cadenas de distribución, los grandes proveedores y los centros de producción.
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13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Buenas intenciones
¿Podemos escapar del pasado? ¿Hasta qué punto el pasado forma parte de nuestra identidad? El juez a cargo del caso desde luego piensa que hacer una cruz y volver a empezar es imposible. De hecho, este magistrado –que en realidad quiere inculpar más al padre que al hijo– se parece al inspector presente en otra película de José Giovanni y protagonizada igualmente por Alain Delon (Dos hombres en la ciudad). En ese film, el inspector Goitreau (Michel Bouquet) quiere a toda costa pillar a Gino Strabiggi, un antiguo preso. A fuerza de creer en su culpabilidad, Gino terminará por delinquir de nuevo.

El título original de este largometraje es “efecto búmeran”. La teoría del autor, pues, parece clara: el pasado vuelve y en este caso, arrastra tanto a Jacques como al hijo.

Y este es otro de los temas del film: lo que un padre es capaz de hacer por el hijo. La verdad, esta historia de amor paternal no resulta del todo creíble por parte de Alain Delon; quizás por su ser él tan circunspecto en su actuación, por lo extremo de la situación (el hijo ha matado a un policía; ¿hasta qué punto un padre puede mostrarse comprensivo con una situación así?).

En cuanto al hijo, es un ser que se deja llevar, por las drogas al principio y por el padre, después. Difícil, en esas circunstancias, resistir al “mal”.

Las drogas es igualmente una de las temáticas expuestas. El daño que produce, la inconsciencia que crea en los jóvenes, la falta de escrúpulos por parte de quien vende…

Y, finalmente, la justicia. El magistrado a cargo de la instrucción se empeña en dar al chaval un castigo ejemplar; sostiene que no es posible que por ser hijo de rico cumpla menos condena que los demás. Ricos y pobres, la misma justicia para todos, viene a decir.

Es posible que parte de la trama esté inspirada en la propia vida del director, un antiguo delincuente reconvertido al cine. A riesgo de auto plagiarme, copio y pego lo que escribí en la reseña sobre Dos hombres en la ciudad acerca del autor:

José Giovanni, de verdadero nombre Joseph Damiani, es un escritor, guionista y director de origen corso. Durante la Segunda Guerra mundial estuvo cercano a los movimientos colaboracionistas; fue miembro, por ejemplo, del partido de extrema derecha de Jacques Doriot (el PPF) y colaboró en arrestos por cuenta de la Gestapo francesa.
Después del conflicto fue acusado de pertenencia a banda mafiosa y complicidad en asesinato. Condenado a muerte, su pena fue conmutada por veinte años de trabajos forzados. En su libro Le trou relata su intento de evasión. El relato llamó la atención del cineasta Jean Becker quien le propuso en 1959 adaptarla al cine. Así comenzó su acercamiento al mundo de la gran pantalla. Escribió un total de 20 novelas y 33 guiones. En los últimos años de su vida, se dedicó a visitar a presos para ayudarles en su reinserción. Respecto a su pasado (once años en prisión), declaraba que había pagado su parte y que tenía derecho al olvido y al perdón…
(Ver el artículo en Le Nouvel observateur para más datos sobre su turbio pasado:
http://bibliobs.nouvelobs.com/polar/20130911.OBS6369/jose-giovanni-n-avait-pas-choisi-la-resistance-mais-bien-la-collaboration.html).

En definitiva, muchos temas abordados, pero no con suficiente detenimiento. Como contraste, en Dos hombres en la ciudad, se sigue una historia que desemboca en una idea clara: no a la pena de muerte. Aquí, en cambio, los temas son enunciados, pero no suficientemente atados. El único hilo fuerte (me parece), a saber el amor del padre, no cuaja lo suficiente como para justificar la acción del padre que se lanza a tumba abierta…

Entretenida, con buenas intenciones.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
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