The Princess Comes Across (1936)

El excelente guión, salpicado por un humor chispeante, enseguida deja su impronta sobre la pantalla. En cuanto los protagonistas intercambian las primeras frases se descubre el aire de una comedia importante, muy bien escrita y con una extraordinaria adaptación para el cine.
Las tramas se imbrican con fluidez y la acción trascurre con enorme dinamismo en el contexto de una sobresaliente fotografía y de una ambientación ajustada.
Cuando la grulla extiende sus alas y la concertina acelera el ritmo, la comedia deja su lugar al thriller de manera que se va cerrando la circunferencia de una película intensa, ambiciosa y de máximo nivel cinematográfico.
Gran actuación de F. MacMurray y de C. Lombard a las órdenes de un inspirado W.K. Howard.