Cuento de Navidad de Charles Dickens (2001)

Navidad y un precioso cuento navideño, es lo que buscaba, el famoso cuento de Charles Dickens siempre será una historia entrañable, luego dependerá de la mano del director y de su sensibilidad pero el fondo de la historia es genial.

El pasado, presente y futuro, ese es el espejo con el que nuestro protagonista tendrá que enfrentarse, una historia real para cada uno de nosotros, el cuento no solamente es ficción, es una preciosa reflexión del ser humano, de una ser humano en periodo de Navidad.

Un cuento que ha sido adaptado a lo largo de los años y que promete siempre ser entrañable pues tiene ciertos elementos que la convertirán en una preciosa historia.

La otra cosa a destacar es la mano del director, Murakami es un director totalmente desconocido hasta que vi la película “Cuando el viento sopla”, una película que me sobrecogió y que se me quedó muy grabada, de igual manera cuando vi “The Showman”, una película infantil que me marcó y me parece realmente preciosa y maravillosa.

Este director tiene ese toque personal que marca sus películas, no ha hecho mucho cine pero todo es único en él, a veces extraño pero muy realista.

Así se narra este cuento de navidad, los personajes son una mezcla de lo real y surrealista pero al mismo tiempo tienen mucha fuerza visual, pero al mismo tiempo te parece muy extraño todo.

Es el principal sello de esta cinta, el diseño de los personajes pues el final de la historia ya sabes como acabará si conoces la historia de Dickens.

Una preciosa película que no me ha decepcionado, al contrario, me ha llamado mucho la atención.

Este Cuento de Navidad no es Cuento de Navidad, ni aunque tengas en el reparto de voces a gente como Kate Winslet o Simon Callow.
La historia es bastante distinta de la de la novella de Dickens, y ni la animación ni el ritmo acompañan. Parece mentira cómo puede ser tan pesada una película que apenas dura 75 minutos, pero así es. Sobre todo, no hace ninguna justicia a una historia que se ha convertido en un clásico, mil veces adaptado y reimaginado. Además, como decimos, la animación es perezosa, y no es ni divertida ni emotiva.
Bastante regular, la verdad.