El vendedor de ilusiones (1971)

Un intento de musical típicamente español, lo que implica una evidente carencia de medios (patente sobre todo en algunos de los primeros números musicales) y cierta tendencia a resultar mimético con respecto al musical de Hollywood que se evoca claramente en uno de los números musicales. Sin embargo el film como modesto canto a la imaginación resulta simpático y bastante personal y eso se debe sobre todo a la puesta en escena de José María Zabalza, amanerada y vacilante. Los intermedios musicales resultan agradables en general asi como la música de los créditos. Lo que ocurre cuando no se canta resulta bastante irrelevante pero como la película no dura demasiado las canciones llegan pronto y la espera se puede sobrellevar. Una de las figuras que lucen sus facultades es Marta Baizán, una cantante "ye-yé" típica de la época cuya carrera cinematográfica por lo demás se limitó practicamente a Lazaga y a Masó. La chica tenía una voz bastante agradable. Junto a los números que escarban en influencias diversas están aquellos netamente hispanos a cargo de figuras muy admiradas en el cante nacional. Casi todos aquellos que cantan en el film lo hacen con gracia. Zabalza hizo algunas películas curiosas como esta pero en su filmografía predominan las películas átonas, especialmente unos westerns muy apagados.