La prima cosa (C) (2021)

*Un cortometraje muy original

La prima cosa es una historia sencilla a priori pero con un trasfondo cultural impresionante. La historia íntima, pequeña y muy personal, relata la amistad entre Kookoo Rikoo, el especial y único payaso árabe e israelí, y una niña siria superviviente de la guerra que encuentra un entrañable cobijo en su nuevo amigo de entre tanta destrucción, desesperanza y añoranza por una vida mejor.

El personaje principal afronta una dura realidad al conocer su entorno y su mundo que tienen una situación difícil de manejar desde hace ya mucho tiempo. Kookoo por lo tanto se pregunta, en todo momento, su propia existencia y su hueco en esta sociedad caótica y desordenada.

Además, a través de la figura del payaso se mezclan dos mundos y dos realidades que convergen uno con el otro. Por un lado, las risas que lleva a los niños mediante sus actuaciones como payaso. Y, por otra parte, la tristeza para sí mismo que francamente, es lo más complicado de sobrellevar y se transmite muy bien en la cinta.

*La animación

La prima cosa tiene una diferenciación clave en su animación que permite que sea una producción especial y única. En primer lugar, los colores oscuros que atormentan al personaje continuamente a lo largo del short film, sirven para dar un clima y atmósfera melancólica y en ocasiones, triste. En segundo lugar, los colores predominantes son los marrones recordando constantemente a la tierra árida y desértica de los países de Oriente Medio. Un punto a favor y a tener en cuenta.

Un tratamiento visual muy característico lleno de pinceladas y trazos imperfectos. Además, las formas circulares que van transformando el espacio, ahondan directamente en el subconsciente del personaje principal de esta historia. Sucede en escenas como en el hospital, en el campo de refugiados de Jordania o en el momento en el que cuenta y presenta por primera vez, cómo conoció a la niña siria.

En definitiva, La prima cosa contiene un estilo de animación muy marcado que recuerdan a cintas como El pan de la guerra (2017), dirigida por Nora Twomey, La Rosa de Bombay (2019) dirigida por Gitanjali Rao, o la reciente, Josep (2020), dirigida por Aurel. Películas que respiran un aura diferente a lo establecido que arriesgan por una historia poderosa llena de vitalidad y transgresión. El cortometraje, por ende, no se queda atrás y abre nuevas vías para contar una historia pequeña, pero verdaderamente bella, entre otras cosas, por todo lo que conlleva.

*Sobre los directores

El director Omar Al Abdul Razzak es un cineasta canario formado en Madrid, París y Montreal que ha dirigido los documentales Paradiso (2014), La tempestad calmada (2016) y el cortometraje Los espacios confinados (2019).

A su vez, Shira Ukrainitz es una ilustradora animadora, directora y diseñadora gráfica israelí. Trabaja como directora de arte, diseñadora y animadora de videos y proyecciones para escenarios, en teatro y televisión. Su primer cortometraje, una coproducción franco-española, Los espacios confinados (2019), se estrenó en la sección oficial de DocAviv y Seminci, y ha pasado por más de 20 festivales en todo el mundo.

Los directores tienen un gran recorrido por el mundo audiovisual además de haber mostrado un gran mundo interior valga la redundancia. Estos directores tienen mucho que decir y que aportar en el cine actual. Por tanto, la cabida de estos cortometrajes en el mundo cinematográfico es de agradecer para dar un aire de soplo fresco en el panorama actual.

*Conclusión

La prima cosa es un cortometraje con una gran personalidad en su haber. Conocemos un profundo e increíble mundo interior de un personaje exótico, único y bastante pintoresco. Un gran trabajo de Omar Al Abdul Razzak y Shira Ukrainitz.

Escrito por Cristian Urriaga Sepúlveda