Mar de fondo (1931)

"Seas Beneath" es uno de los primeros film sonoros del gran John Ford y uno de los que podríamos llamar "menores", lo cual no quiere decir que no tenga un cierto interés.
El guión lo firma Dudley Nichols que poco tiempo después ganaría el óscar por "The Informer" (1935), de nuevo con Ford en la dirección, y cuenta la historia de un buque de guerra, camuflado como un buque comercial de tres mástiles, utilizado como cebo para rastrear un submarino alemán al final de la I Guerra Mundial.
Como demostrará varias veces más adelante, John Ford siente una gran admiración por el mundo de la marina y para rodar "Seas Beneath" utilizó varias localizaciones y La Armada de Estados Unidos puso a su disposición una flotilla de destructores, cruceros y submarinos, así como los servicios de personal naval lo que confiere al film un carácter casi documental en algunas secuencias entre las que destaca la magnífica caída de un marinero desde lo alto del mástil, filmada en una sola toma sin efectos especiales.
Ford se esfuerza por mostrar los vínculos entre los militares, ya sean del mismo bando o enemigos, mostrando un gran respeto por todos que encaja con esa noción todavía existente en ese momento del noble arte de la guerra, e incluso elige que los alemanes hablen en su idioma nativo, utilizando subtítulos en inglés como si se tratara de un film mudo. Por el contrario parece menos interesado en la historia de amor, bastante forzada, seguramente porque la actriz Marion Lessing le había sido impuesta por la Fox.

Como dato anecdótico decir que una parte de la historia se sitúa en las islas Canarias (en realidad está rodada en la isla Santa Catalina, California) y las mujeres nativas van con mantilla española y bailan flamenco. Una licencia que podemos disculpar a uno de los más grandes genios que ha dado la historia del cine.

Buena película de John Ford, no mucho después de que el cine fuera sonoro.
Está muy bien narrada y tiene preciosos momentos, estando bien ensamblados los géneros de drama, comedia y bélico, pues el guión es excelente, así como las interpretaciones.
Pero lo mejor es la sabia dirección de Ford, al saber sacar el mejor partido de una anécdota en principio no muy rica en situaciones, pero que logra satisfacer plenamente al espectador.
Francamente buena.

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