María Fernanda, la Jerezana (1947)

Autentica rareza dentro del panorama cinematográfico español de los años cuarenta, un original cine de autor que emana del polifacético artista, Enrique Herreros en su ópera prima. Un atractivo film que recomiendo a los amantes del cine, donde se dan cita el melodrama sentimental con la intriga detectivesca, el thriller policíaco con las actuaciones musicales y folclóricas de la España de la época, con un argumento, al parecer, extraído de hechos reales. Una película visualmente muy creativa y sugerente, así como muy bien construida y planificada, gracias a los dibujos previos de las escenas a rodar, que el director que también era dibujante de la famosa revista humorística “La codorniz”, las tenía completamente dibujadas plano a plano.

Según se anuncia al comienzo y como prólogo, el original se destruyó debido a un incendio y tras arduas gestiones y duro trabajo de restauración, se ha podido restaurar lo mejor posible que no perfecta, un documento vanguardista que se hubiera perdido definitivamente para desgracia de nuestra singular cinematografía, disfrutemos pues de los que el fuego no logró destruir. Un film lleno de misterio, heredero de una clara estética del expresionismo alemán y la desnudez del cine soviético, rico en matices con una fotografía inquietante y tenebrosa. Plagada de figuras simbólicas: el gato negro, las sombras amenazantes, las escaleras, los espejos y las máscaras que insinúan la falsedad de las apariencias en los personajes.

No falta la copla y el buen flamenco, las broncas del café cantante, los amores desgraciados y las pasiones encendidas, tampoco falta la idiosincrasia de nuestra cultura hispánica. El actor de carácter José Prada realiza un gran trabajo como el policía obsesionado por descubrir un caso ciertamente extraño a pesar de parecer un crimen vulgar, Nati Mistral en su debut en la gran pantalla y desdoblada protagonista, como la gran artista olvidada. Se trata de una obra, como muy bien afirma José Luis Garci, amigo y profundo admirador de Herreros: “insólita dentro del cine español, llena de encanto, sorpresa y melancolía”. Absolutamente recomendable para cinéfilos que podría convertirse, si no lo es ya, en un film de culto.

Este primer largometraje dirigido por Herreros es curioso, con una historia interesante, en torno a una investigación policial ambientada en el Madrid de principios del siglo XX. Sin embargo, ni el guión, ni la dirección, ni el reparto, consiguen llevar este interesante punto de partida a un resultado realmente convincente, y el conjunto tiene una fama que es inmerecida, en mi opinión. Nati Mistral hace lo que puede con su doble papel protagonista. José Luis López Vázquez figura como ayudante de realización en los créditos iniciales, y además aparece fugazmente en una pelea en un café-cantante.