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Pasaporte para Pimlico (1949)

Pasaporte para Pimlico
84 min.
6,8
888
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Disponible en:
Suscripción
Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
A causa de una bomba sin explotar de la II Guerra Mundial se descubre un documento enterrado en Pimlico, una zona específica de Londres. El papel es un tratado que afirma que dicho barrio pertenece a la Borgoña francesa. Tan sorprendente descubrimiento provoca que la "Sección Pimlico", una pequeña comunidad en medio de Londres, se proclame independiente de Inglaterra e intente actuar como tal. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Reino Unido Reino Unido
Título original:
Passport to Pimlico
Duración
84 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1949: Nominada al Oscar: Mejor historia y guión
1949: Premios BAFTA: Nominada a mejor film británico
7
En memoria de los años del hambre
Pocos años después de la Segunda Guerra Mundial, un puñado de hombres decidió que había llegado la hora de hacer sonreír al mundo. Tipos como T.E.B. Clarke, Alexander Mackendrick o Alec Guinness escribirían, dirigirían e interpretarían pelis de humor que partiendo de situaciones más o menos chocantes e incluso delirantes e inverosímiles, y recurriendo con maestría al humor negro, el absurdo o la caricatura, conseguirían, paradójicamente, retratar con mordaz realismo las aspiraciones y frustraciones de la sociedad británica de su tiempo. Así nacieron las justamente famosas comedias de la factoría Ealing.
La premisa argumental de “Pasaporte a Pimlico” es, como en tantas otras ocasiones, auténticamente descabellada: una bomba alemana no detonada que unos niños hacen estallar pone al descubierto la existencia de unos documentos que, según una alocada historiadora (la gran Margaret Rutherford; no entiendo que su nombre no aparezca en la ficha de la peli), avalan la pertenencia del barrio londinense de Pimlico al Ducado de Borgoña y el consiguiente derecho de los habitantes de ese barrio a independizarse del Reino Unido. Empieza de este modo un tira y afloja entre el gobierno británico y los improvisados responsables de ese nuevo estado fantasma, donde las severas restricciones y obligaciones de la posguerra quedan abolidas, convirtiéndose de este modo en un paraíso para estraperlistas y otras gentes de mal vivir, que empiezan a inundar sus calles, desafiando la autoridad inglesa sobre el barrio.
“Pasaporte para Pimlico” no se cuenta entre las mejores obras de la Ealing, no puede equipararse a “Oro en barras”, “Ocho sentencias de muerte”, “El hombre del traje blanco” o “El quinteto de la muerte”. Aunque la película arranca bien, va perdiendo fuelle a medida que pasan los minutos, al conjunto le falta consistencia y carece de la profundidad satírica de las obras antes citadas. Es, en cualquier caso, una comedia tan vivaz y falta de pretensiones que acaba ganándose sin demasiado esfuerzo la simpatía del espectador, y supone, por otro lado, una buena oportunidad para ver en acción a un conjunto de estupendos actores, liderados por Stanley Holloway, una presencia habitual en todas la pelis de la Ealing, y de comprobar lo necesitados que estaban los ingleses de dejar atrás definitivamente la guerra y sus secuelas (la peli está dedicada, muy significativamente, a la "memoria de los años del hambre”), de hacer catarsis de sus padecimientos y desdichas, de tomarse una pinta a la hora que les viniera en gana, de comprarse unas medias “de auténtico nylon”, de saltarse a la torera los racionamientos y vivir la vida de una puñetera vez. Y Pimlico representa, en ese sentido, el sueño más preciado de todo inglés de aquella época.
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21 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Independícese y cree su propio país- Henry Cornelius. Ed. Ealing (Londres, 1949)
Le presentamos una guía infalible para crear su propio estado independiente. Se acabaron los pesados referéndums, las cartillas de racionamiento y la molesta policía. Con la guía Cornelius usted podrá pertenecer orgulloso a un territorio propio y administrarlo como quiera. Siga nuestras instrucciones tal y como se indica a continuación:

- Acerquese a la obra más cercana de su barrio. Si pertenece a Madrid, no hace falta moverse de casa. Se deben manejar explosivos en esta zona.
- Haga que unos inocentes chiquillos jugueteen alrededor de las zanjas, provocando una explosión (sin heridos eso sí, nuestras técnicas son seguras ante todo)
- Los vecinos se acercarán por el susto (además de los jubilados que ya hubiese comentando la calidad del encofrado). Haga que uno de ellos se caiga en la zanja (sin lastimarse, por supuesto) y que "casualmente" descubra un tesoro.
- Llame a una experta en historia para investigar su procedencia. Entre el tesoro debe hallarse un pergamino que indique la "excepcionalidad" de su barrio.
- Haga aparecer a un conocido extranjero reclamando los derechos de la zona. Eso le dará credibilidad y asegurará que usted está en una zona histórica propia.

Et...voilá! Ya tiene usted su propio estado independiente: Ya puede usted comprar y vender libremente (no nos hacemos cargo de estraperlistas y comerciantes indeseados), con la ventaja de que la policía no intervendrá en su zona. Tiene usted total libertad para hacer lo que le de la gana, ¡aproveche!

Para conocer cómo gestionar su estado sin terminar en la miseria deberán "comprar" nuestro II volumen: ¿Cómo coño organizo yo todo esto? En su defecto, pueden ver esta deliciosa comedia muy recomendable para todos aquellos políticos con ganas de independizarse de sus respectivos "estados opresores".

Otra joya más de la Ealing. Y van...
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24 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
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