Playa de Formentor (1964)

El romance que viven en Mallorca el refinado intérprete italiano Gabriele Tinti y la todavía hoy idolatrada Soledad Miranda en papeles hechos a la medida de cada uno es la base de una de las primeras películas de Germán Lorente, un cineasta cuya aparición en el cine español de la época supuso toda una renovación con sus melodramas pasionales y con inquietudes estéticas. En el caso presente el trazado de algunos personajes secundarios es lo peor puesto que sus reacciones no están justificadas con lógica y eso da pie a situaciones artificiales e incluso ridículas. Por lo demás la cinta ofrece el agradable ambiente de un lugar de recreo en aquellos años 60 en España. Los fondos musicales y la belleza de los paisajes de Mallorca completan los alicientes de una película algo insustancial pero cuya finura y elegancia son imposibles de hallar en el cine español actual. El cine de Lorente se vulgarizó más tarde. Es una de las mejores intervenciones en el cine de Soledad Miranda entre todas las que surgieron antes de toparse con Jesús Franco. Algunas de sus escenas románticas con Gabriele Tinti tienen un sentido de la sensualidad exquisito que va compensando algún fallo que tiene el guión de esta obra de agradable aroma que forma parte de la atractiva filmografía de Margit Kocsis.