Pasajes (1996)

En su ópera prima, "Salto al vacío", conseguía Najwa Nimri sostener, oscurecer y curar los muchos defectos del impetuoso Calparsoro. En "Pasajes", su segunda película, Nimri hace un ridículo completo con su inexistente, increíble y molesto personaje. Con esto solo detalle basta para concluir el gran bodrio que es este "Pasajes".
Una historia harto inversosímil, una especie de cuento de hadas marginal (una ladronzuela en busca de la mujer de sus sueños a la que poner "sus zapatos de mármol verde") llena de penosos diálogos, prisas en la puesta en escena, horrible descripción de personajes -todos ellos seres marginales aquejados de esquizofrenia- y guión irrisorio. Por estar está mal hasta el sonido. En su salto al vacío Calparsoro cayó satisfactoriamente en la red de seda de su actriz y pareja en ese momento; en "Pasajes" se ha estrellado de forma brutal contra el cemento del celuloide insufrible, irresonsable y lastimoso. Uno de los engendros más grandes del cine español de los 90.

Película para aquellas personas con la mente siempre abierta a nuevas sensaciones, no apta para todos los públicos.
Personalmente me fascinó la relación inclasificable y a la vez tierna y poderosa de las dos protagonistas interpretadas magistralmente por dos actrices sublimes (Najwa Nimri y Charo López)