Fritzi: Un cuento revolucionario (2019)

*Cine familiar con mensaje social

Basada en el libro “Fritzi war dabei” de Hanna Schott y bien sustentada en un libreto escrito por Beate Völcker, la película es una sólida apuesta por la libertad y por la democracia. Aunque vista desde el inocente punto de vista de una niña, la historia rememora la revolución pacífica que tuvo lugar en Alemania en 1989. Asimismo nos hallamos ante una narrativa llena de aventuras que hará disfrutar a los más pequeños de la casa de manera independiente al contexto histórico expuesto.

Por tanto, Fritzi: Un cuento revolucionario, abunda en ese cine dual que a través de dos tramas superpuestas trata de involucrar por igual a niños y a padres. Es decir, una trama desenfadada al gusto de los mas pequeños y otra que consigue hablar sobre determinados movimientos políticos. En este caso, se trata de recuperar la memoria histórica de los que lucharon desde dentro por la caída del Muro de Berlín.

*La vida escolar y familiar de Fritzi

La vida escolar y familiar de Fritzi vehiculiza la trama con una sencilla presentación de personajes. Así es como vemos la huida de Sophie que es la mejor amiga de nuestra protagonista. Ésta, y su madre, no volverán porque se han instalado en Hungría como muchas otras familias que han cruzado la frontera del Este al Oeste. La esperanza de una vida mejor o sencillamente de una vida en libertad comienzan a sobrevolar los pensamientos de Fritzi. Aunque ella solo desea el reencuentro con su amiga, también empieza a cuestionar el sistema político impuesto en su nación.

Otro personaje importante de Fritzi: Un cuento revolucionario es Bela. Éste, ocupa el puesto de Sophie como el nuevo mejor amigo de Fritzi. Bela es el nuevo de la clase de la niña y uno de los pocos dispuestos a rebelarse contra el estricto sistema educativo impuesto por el régimen autoritario. La complicidad de ambos se hace mayor al verse aislados por el resto de los escolares. Esta subtrama de coqueteo adolescente irá ganando peso como contrapunto emocional a los duros hechos retratados.

*Una colorida animación

Fritzi: Un cuento revolucionario combina con acierto la animación tradicional con retoques digitales consiguiendo un buen equilibrio entre lo añejo y lo moderno. Los suaves tonos pastel utilizados ayudan a tamizar el drama social expuesto. Observamos un urbanismo deteriorado, calles con casas desconchadas y un ambiente opresivo que sirven para situarnos en el contexto geográfico de manera adecuada. Por otro lado, los trazos minimalistas de los personajes contrastan con la recarga de los escenarios utilizados. Esta aparente contradicción se siente como una pedantería estética aunque en líneas generales la visualidad del filme es acertada.

*Conclusión

Fritzi: Un cuento revolucionario me ha parecido un buen ejercicio histórico de los sucesos ocurridos en la ciudad de Leipzig en 1989. Hablamos de una revolución pacífica que cambió el curso de la historia y sembró la reunificación de Alemania. Además, la historia funciona de manera notable como cuento universal del que disfrutarán con fuerza los niños y los más mayores. Especialmente, lo harán, los que en la década de los 80 vivieron los hechos como un símbolo de la libertad reconquistada.

Escrito por Miguel Pina

Si hay un cine, junto al documental, que está creciendo en los últimos años es el de animación, en especial el europeo, ya que nos ofrece unos productos muy bien trabajados a nivel técnico y con unas historias originales. En esta ocasión nos encontramos con el nuevo trabajo de los cineastas alemanes Matthias Bruhn y Ralf Kukula, que adaptan el libro infantil El libro infantil "Fritzi - Eine Wendewundergeschichte", escrito por Hanna Schott, para contarnos una historia que se desarrolla en Leipzig en 1989, unos meses antes de la caída del muro de Berlín.

En el prólogo nos muestran la situación de esa parte de Europa y la existencia de ese muro, que sirve para entender lo que sucede a continuación, teniendo en cuenta que las nuevas generaciones igual desconocen de su existencia, y nos presentan a dos amigas que acaban de comenzar las vacaciones escolares, y que una de ella se va a marchar con sus padres a Hungría. Esta última, llamada Sophie, deja a cargo de la familia de su amiga Fritzi, la que será la protagonista de la película, a su perro Sputnik para que le cuide, mientras ella estará con su familia fuera del país.

Pero el curso comienza sin la presencia de Sophie y su amiga del alma quiere saber cuál es el motivo de esa ausencia, y hará todo lo posible por localizarla.
La película es emotiva, didáctica y mantiene el interés hasta el final, sin necesidad de escenas de acción o persecuciones, sino que funciona gracias al guion y a unos personajes entrañables con los que es difícil no encariñarse, y al mismo tiempo es ideal para que los más pequeños vean un cine de animación diferente, en donde se da más prioridad a la historia de los personajes que al entretenimiento.

La propuesta tiene unas cuantas escenas difíciles de olvidar, algunas con una gran carga dramática, y un personaje protagonista como el de Fritzi con un gran espíritu de superación y que lucha contra viento y marea, teniendo en cuenta la represión del socialismo representado por la profesora Liesegang.
Entre los personajes secundarios destaca el de Bela, el nuevo compañero de clase de Fritzi, que la ayuda a lograr sus objetivos, y que es un miembro activo de los grupos que se manifiestan contra el gobierno de su país. También tienen su momento importante, en especial en un par de escenas en la segunda mitad, Julia y Klaus, los padres de la protagonista que viven con ella y su hermano pequeño Hanno.
Una película que tiene un buen diseño técnico de animación, sin ser original, pero al menos nos recrea bastante bien la época con unos trazos sencillos y con unos colores vivos.

El otro aspecto destacado es la banda sonora compuesta por el francés André Dziezuk, que nos ayuda a mantener el interés en la historia central y en las subtramas secundarias, tanto en las situaciones más alegres como en las escenas dramáticas.
Una oportunidad perfecta para que las familias vayan al cine con sus hijos para disfrutar de una película infantil y al mismo tiempo didáctica sobre un tema importante en la historia de la Europa de la segunda mitad del siglo XX.

LO MEJOR: Es emotiva, didáctica y tiene un buen guion.
LO PEOR: Puede aburrir a los más pequeños por no tener escenas de acción.

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