Un dólar de recompensa (1972)

El clásico western de Romero Marchent-Lee Lawrence aunque aquejado esta vez de una cierta pretenciosidad tanto en la puesta en escena como en el desarrollo narrativo. Todo funciona más o menos bien en la película puesto que la intriga leve pero firme que se incluye está llevada con bastante ingenio y también se saca el máximo partido de un presupuesto que no es holgado pero que reluce como si lo fuera gracias a la maña desplegada por el realizador. Alfredo Mayo interviene en el film con la voz doblada con lo que pierde las características esenciales de su personalidad pero demuestra cierta compenetración con el género al que pertenece la película mientras que Carlos Romero Marchent hace una notable creación. Con la misma eficacia se mueven Mejuto como el padre de la heroína romántica y Eduardo Calvo como un borracho dispuesto a ayudar a los protagonistas. Las escenas románticas agradan y las escenas de acción se filman con habilidad demostrándose la experiencia que el director tenia ya dentro del western hispano-italiano desde 1965. También destacan los diálogos que son divertidos por momentos y brillantemente absurdos en ocasiones. Sin duda es esta una de las piezas más respetables del western europeo y salió mejor que "Uno a uno sin piedad" del mismo autor que estaba más condicionada por el exceso de infuencias externas. Es un western novedoso en su contenido.