El buque-faro (1986)

Con un cierto regusto a "Cayo Largo", Skolimowski analiza las reacciones de secuestradores y secuestrados, encerrados en un barco que no navega, en una situación límite. Grandes interpretaciones de Duvall y de un genial Brandauer, en la plenitud de su aventura hollywoodiense. Un film complejo y hermético sobre las relaciones humanas, en especial las paterno-filiales, a ratos magnético y a ratos plomizo, con un magnífico y arrebatador final.

Como curiosidad indicar que "Michael Lyndon" el hijo de Brandauer, es en realidad el hijo de Skolimowski, que eligió un nombre más anglosajón para su (corta) carrera artística.

Me interesé por ver esta película pues recordaba, en el año de su estreno en los cines Alphaville, que había recibido buenas críticas. Tampoco esperaba demasiado, pues supuse que el paso de los años la podía haber desvalorizado bastante.
Más mi sorpresa ha sido bien grande, me he encontrado con una película redonda, muy conseguida, sin fisuras en sus diversos aspectos o componentes.
Skolimowski demuestra que conoce bien su oficio. Toda la trama está bien engrasada, el ritmo de toda la pieza, en mi opinión, no decae nunca, la dirección es impecable, teniendo en cuenta cuales pueden ser las pretensiones de una obra como esta.
Nos encontramos con una especie de película de suspense (guau, ya no se usa esta palabra), tras la presentación de los personajes en el primer cuarto de hora, la tensión e intriga se mantienen durante toda ella.
Hay coherencia en el relato, hay sub historias latentes, hay intensidad en las acciones. El director utiliza incluso las metáforas (el grifo goteando, el lápiz meneandose, el pájaro negro...)
Cine del que ya no se hace, con unos diálogos brilantísimos, unas caracterizaciones estupendas, unas actuaciones bien ponderadas a los personajes. Funciona la historia, es creible, pero tiene tal intensidad que a veces parece un comic bueno.
Como digo, los actores están magnificos, todos ellos, pero destaco a Robert Duvall, creo que no le había visto nunca a este nivel. Está que se sale.
Hasta el cuervo actúa bien, jajaja.
Aunque la trama base se basta para sustentar toda la película, también aparecen elementos valiosos que invitan a la reflexión sobre cuestiones distintas: Las cargas del pasado, la disciplina, la ética, la jerarquía de mando, la libertad y el libertinaje, la inconsciencia de los actos, la responsabilidad personal, la vida y la muerte. Todas ellas sin detenerse demasiado pero justamente apuntadas.
Me sorprende la baja nota que aparece en FA. Supongo que será porque habrá quienes, pensando que era un drama, se han encontrado con un argumento más bien de intriga. O porque hay quienes deseaban un final más buenista. Qué se yo. Es difícil encontrar una película tan equilibrada.
En mi opinión, una obra redonda, una gozada.
Un 7,5.