Robotropolis (2011)

De acuerdo, la película es un bodrio porque todos sabemos que los robots (incluida la Thermomix) no atacan a humanos salvo a Will Smith… y el El Príncipe de Bel Air no aparece en “Robotropolis”. Pero entendiéndola como una parodia de Informativos Telecinco (o incluso de “[•REC]”) en esa cadena GNN tiene hasta gracia (bueno, en un 3%).

Es una película de ciencia ficción: la calidad de la cámara de los móviles es la misma que la película.

Es una película romántica: gracias a una frase como «Si alguna vez tenemos una hija la llamaremos Julieta».

Pero desde luego “Robotropolis” no es ni una película de acción (los androides se mueven a pedales) ni mucho menos una película de terror porque es pura comedia. Intenta dar miedo por todos los 'medios' y en primer lugar por su título aunque si se hubiera llamado “El ataque de las perras robóticas” sería más coherente. Crímenes en directo, primeros planos de cadáveres, conexiones hasta por móvil, entrevistas polémicas, propaganda anti-robots… y, por supuesto, sensacionalismo lubricado para que nos entre bien.

Momentos estelares:
1.- La mierda de escondite que improvisa la protagonista a una niña de rasgos asiáticos. Un panel de madera más aireado que la vida de la Pantoja.

2.- El arrebato de histeria (un Oscar para Zoe Naylor YA) que le da a la protagonista al volver a los tres minutos y ver que la niña no estaba allí.

3.- Si tengo el piloto azul soy bueno… pero si se me pone rojo soy maaaaaaaaaaalo.

4.- ¡No robots! ¡No robots! ¡No robots! ¡No robots! ¡Quememos los libros de Isaac Asimov! ¡A la hoguera! Bueno, esto no sale pero debería...

Lo único aprovechable es la elegante presentación. Interesante tipo de letra. Lo único. La película es una especie de mockumentary que no llega ni a eso, en la que unos reporteros dicharacheros de la GNN se van a una ciudad en la que los robots gestionan todo - policía, mantenimiento, cuidadores - y, posiblemente por un sabotaje, empiezan a matar a todo quisque. El problema del filme es que todo se reduce a los problemas y relaciones de los periodistas allí destacados y su jefe, y su supervivencia frente a los robots, siendo testigos de lo que hacen los robots, pero poco, ya que no hay medios. Algunos cadáveres por el suelo y ya está. Pero demasiado diálogo estúpido. ¡Por favor, podría haber sido como la purga 2, versión robótica!

Resulta patética la historia en todos sus conceptos - no hay ejército, el empresario y su compañía de robots se reduce a dos tipos frente una pantalla y ya está ¡con eso monitorizan a los cientos de robots!, las conexiones en directo de los periodistas ... nada es creíble y sí muy postizo. Y los efectos especiales son de pena - CGIs casposos con unos robots demasiado digitales.

En fin, no pierdas el tiempo. Ni como serie B vale.