Agit (Elegía) (1972)

Yilmaz Güney alcanzó gran reconocimiento internacional en el año 1982 cuando su filme Yol (El camino), codirigido con Serif Görin, se alzó con la Palme d’Or del Festival de Cannes, premio por cierto compartido con Missing de Costa-Gavras. Exitoso en Turquía, su país natal, pero poco conocido en aquellos tiempos en el resto de Europa por un triste motivo.

En 1982, exiliado y habiendo perdido la nacionalidad turca, la estrella de origen kurdo había alcanzado su máximo logro cinematográfico, pero como dice el título de ese filme de inicios de los ochenta, tuvo que recorrer un largo y pesado camino. Güney era una sensación local, sin embargo, su origen, sensibilidad para con los menos favorecidos y lo que decía en sus filmes le trajo problemas con las autoridades turcas.

Yilmaz no era bien visto, aunque no criticara de frente al régimen, a este no le gustaba como pintaba al país. Siempre entorno a las condiciones de los menos favorecidos, la falta de oportunidades, la escasa educación y salud. Consiguiendo con estos ingredientes obras que se pueden catalogar como un realismo social turco deplorable.

En este contexto se enmarca Agit, drama con altas influencias del Western estadounidense, de la cual es también guionista y actor principal. Se centra en Cobanoglu (Yilmaz Güney), un bandido que junto con sus cuatro compañeros viven en una aldea abandonada, construida con piedras y que se encuentra en medio de la nada, cercano a este lugar un pequeño y miserable pueblo.

Condición social, lucha contra las autoridades, traición y muerte se presentan en esta obra, donde el autor decide exponer sin mucho contexto los entresijos de su filme. He aquí el detalle principal en Agit, es un trabajo que inicia de forma abrupta, sin mayor introducción de personajes, un tanto desordenado. Aunque bien pasado los primeros minutos, vale la pena porque nos ayudar a entrar en un panorama desalentador, propio de como reza el título, una elegía.